El resultado es que la mayoría opta por la música clásica, lo cual es una fortuna ya que relaja tanto a los médicos como a los pacientes. “Es un alivio si se tiene en cuenta que cada vez más cirugías se hacen con anestesia pero con el paciente despierto”, dice David Bosanquest, autor del trabajo. El estudio incluye canciones que deben ser prohibidas en estas salas como Everybody Hurts, de REM, que traduce Todos lastiman y otras que son bienvenidas como Fix you, de Coldplay, cuya traducción sería Arreglarte.