Luego de la imputación de cargos que hizo la Fiscalía por los delitos de terrorismo, tentativa de homicidio en 41 personas, concierto para delinquir, porte de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares y daño en bien ajeno, en contra del capitán en retiro Carlos Medina, su padre, un escolta y cuatro personas más, el fiscal especializado a cargo de la investigación solicitó a un juez de control de garantías que enviara a la cárcel a los capturados.

Como lo anticipó SEMANA, el juez de Cúcuta concluyó que los capturados no sólo representan un peligro para la sociedad sino que existe un riesgo de fuga y podrían, de permanecer en libertad, afectar el normal desarrollo del proceso, de ahí que ordenó su reclusión en una cárcel.

La investigación de la Fiscalía deja al capitán Medina en el lugar de los hechos, en la explosión del carro bomba en la Brigada 30 del Ejército el pasado 15 de junio. Un video revelado en el proceso deja ver al oficial en retiro mientras sale de la guarnición militar minutos antes de la explosión y en los detalles de la investigación se estableció que fue el mismo capitán quien ingresó el vehículo usado en el atentado.

De Medina se sabe que fue piloto de helicóptero, que era lancero y paracaidista, que salió del Ejército con una resolución de discrecionalidad, además de que fue, al parecer, investigado por ofrecer salvoconductos para el porte de armas. “Cuando estuvo en el Ejército hizo exigentes cursos como los de lancero y paracaidista. También recibió entrenamiento como piloto de helicópteros Black Hawk, en Estados Unidos, en la casa matriz de estas aeronaves”, dijo una fuente a Semana.

Además del ataque terrorista en contra del Ejército y en la Brigada 30, la Fiscalía tendría evidencia que vincula al capitán Medina con el atentado al helicóptero en el que viajaba el presidente Iván Duque en un recorrido por el departamento de Norte de Santander. La evidencia dejaría al oficial en retiro como un aliado de grupos criminales que afectan la seguridad y el orden en esa zona del país.

La Policía informó que los disparos fueron lanzados desde el barrio La Conquista de la ciudad de Cúcuta y serían de fusiles FAL generalmente usados por las fuerzas armadas de Venezuela y otros fusiles AK47, que se encuentran en los grupos criminales como el ELN en Colombia.

“Esos fusiles son un AK-47 con número de registro que ya está siendo buscado por los peritos de la Policía Nacional y de la Fiscalía, y un fusil calibre 7-62 tipo FAL con marcas de las Fuerzas Armadas de Venezuela”, dijo el general Jorge Luis Vargas, director de la Policía.

La decisión de enviar a la cárcel a los capturados por el atentado a la Brigada 30 y la posible participación en el ataque al helicóptero presidencial, se convierte en la primera etapa de un proceso judicial que la Fiscalía espera llevar a un juicio y pedir una condena en contra de los ahora judicializados.

Además del capitán en retiro Carlos Medina, la Fiscalía también presentó ante el juez a Joaquín Medina Duarte, padre del capitán y Ciro Alfonso Gutiérrez, escolta de la Unidad Nacional de Protección; los otros imputados por concierto para delinquir, fueron identificados como Geraldina Fiayo Torrado, Bladimir Acosta Pérez, Edinsón Durán Ascanio, Jhon Fredy Lizarazo y Fredy Esteban Maldonado.

Ninguno de los judicializados aceptó su responsabilidad, ni en el atentado a la Brigada 30 o el ataque armado contra el helicóptero presidencial, sin embargo, la investigación continúa y la Fiscalía espera llevarlos a juicio por los delitos imputados.