La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha declarado oficialmente el inicio de El Niño, un patrón climático que ocurre cada dos a siete años y está asociado al calentamiento de la superficie oceánica en el Pacífico tropical central y oriental.
Según la OMM, este fenómeno podría tener consecuencias perturbadoras en los patrones meteorológicos y climáticos, así como un probable aumento de las temperaturas globales. El anuncio de la OMM llega después de que otras agencias meteorológicas, incluyendo las de Estados Unidos, Colombia y Australia, declararan previamente las condiciones para la formación de El Niño.
En diferentes regiones del mundo, los impactos de El Niño varían.
Por ejemplo, en el sur de Sudamérica, el sur de los Estados Unidos, el Cuerno de África y Asia Central, se esperan mayores precipitaciones. Por otro lado, en el norte de Sudamérica, Australia, Indonesia, partes del sur de Asia y Centroamérica, se pronostican sequías graves.
Estos efectos pueden tener consecuencias significativas para la agricultura, el abastecimiento de agua y el medioambiente en general.
En el caso específico de Colombia, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) advirtió que se espera una disminución de las precipitaciones como resultado de El Niño.
Diana Carolina Rueda Dimate, jefa de la oficina de Alertas y Pronósticos del Ideam, mencionó que el impacto se sentirá primero en la zona Pacífica del país, seguido de los valles interandinos y, finalmente, en la región Caribe y el archipiélago de San Andrés y Providencia.
Es importante tener en cuenta que estos efectos pueden variar según la región, ya que algunas áreas ya están entrando en su temporada de lluvias mientras que otras están experimentando condiciones más secas.
El fenómeno de El Niño también plantea preocupaciones en términos del cambio climático y el calentamiento global. Según un informe de la OMM, existe una alta probabilidad de que uno de los próximos cinco años sea el más cálido registrado en la historia, superando incluso el año 2016, que experimentó un fenómeno de El Niño excepcionalmente fuerte.
Además, se proyecta que la temperatura media anual en la superficie global pueda superar temporalmente los 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales entre 2023 y 2027. Estas cifras resaltan la necesidad de tomar medidas urgentes para limitar los impactos del cambio climático y cumplir con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París.
Ante la declaración oficial de El Niño por parte de la OMM, se insta a los gobiernos de todo el mundo a tomar medidas para mitigar las repercusiones en la salud, los ecosistemas y las economías. Es fundamental fortalecer la preparación y la resiliencia ante los eventos climáticos extremos, así como impulsar acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover la sostenibilidad ambiental.
La Guajira: una de las más afectadas por El Niño
La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, ofreció detalles sobre los posibles impactos del fenómeno de El Niño en Colombia, enfatizando en que este año se esperan condiciones climáticas excepcionales y sin precedentes.
Durante su intervención, la ministra hizo hincapié en la preocupante situación en La Guajira, una región que considera “la primera línea del cambio climático en Colombia”. Según Muhamad, las condiciones extremas del clima podrían coincidir con los efectos de El Niño, lo que generaría un impacto significativo en este territorio.
La ministra destacó que el gobierno ya ha declarado una situación de emergencia económica, social y ecológica en los municipios de Riohacha, Manaure y Uribia, que podrían verse especialmente afectados. Con esta declaración, el objetivo es anticiparse a los posibles problemas y tomar medidas preventivas para evitar una situación de emergencia.
Muhamad subrayó la importancia de estar preparados y tomar acciones concretas para hacer frente a los posibles desafíos que enfrentará La Guajira durante este fenómeno. Además, resaltó la necesidad de trabajar en conjunto con las comunidades locales, organizaciones y autoridades pertinentes para garantizar la seguridad y el bienestar de la población afectada