La salud mental es un tema tabú sobre el que existe mucha desinformación y aún hay un gran estigma. La pandemia agudizó trastornos de ansiedad y depresión en muchas personas y en general afectó el bienestar emocional de los ciudadanos debido a la incertidumbre, el duelo por la pérdida de los seres queridos, la crisis económica que golpeó a las familias y las medidas de aislamiento y distanciamiento social.

Sin embargo, Mauricio de la Espriella, vicepresidente de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, explicó que este escenario permitió a muchos pacientes hablar con mayor tranquilidad de su enfermedad. “Además de reconocer los síntomas que puedan dar indicios de una posible enfermedad mental, la pandemia ha ayudado a disminuir el estigma frente a las personas que padecen este tipo de afecciones”, señaló.

Entre los síntomas a los que se refiere De la Espriella sobresalen la irritabilidad, la dificultad para conciliar el sueño, fumar, ingerir alcohol o sustancias psicoactivas con mayor frecuencia buscando sentirse mejor. En el caso del periodista y locutor de la FM Carlos Sarria, quien está diagnosticado hace varios años con un trastorno compulsivo severo, esas señales de su enfermedad se manifestaron con pensamientos recurrentes sobre algo o la necesidad compulsiva de repetir una acción varias veces.

“Cuando me montaba en un avión, por ejemplo, tenía que darme siete veces la bendición porque si no pensaba que se iba a caer”, contó y detalló que en épocas de crisis tenía pensamientos invasivos que no podía evitar por más que se lavara las manos, se vistiera 10 veces, parqueara el carro otras 10, a tal punto que llegó a agredirse intentando librarse de esas ideas. En ese momento comprendió que algo no estaba bien y debía buscar ayuda.

Según cifras de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, la pandemia ha generado síntomas obsesivo-compulsivos en alrededor del 20 por ciento de pacientes nuevos, es decir, que no tenían ningún tipo de alteración.

Precisamente para contribuir a mitigar los efectos generados por la pandemia y fomentar la prevención, desde el sector privado se implementan varias estrategias. La Fundación Santo Domingo, por ejemplo, creó en abril de 2020 el programa de salud mental y primeros auxilios psicológicos “Porque quiero estar bien”, una iniciativa gratuita para brindar apoyo y acompañamiento de la mano de los mejores especialistas de la Fundación Santa Fe.

“Con este programa pretendemos que los colombianos empiecen a conocer mucho más de la salud mental”, explicó Daniel Pardo, gerente de Bienestar y Convivencia de la fundación. En la página web del programa, los usuarios encuentran contenido pedagógico y un test que ayuda a identificar si se sufre de depresión, ansiedad o baja autoestima.

Durante este foro –organizado por Foros Semana, la Universidad Javeriana, la Fundación Santo Domingo y Tecnofarma– los invitados llamaron la atención sobre uno de los grupos poblacionales más afectados durante la pandemia: los niños y adolescentes. Carlos Gómez Restrepo, decano de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana, precisó que se incrementaron conductas como el apego a la madre o el padre, alteraciones en el desarrollo producto de la desescolarización, el temor a morir o a perder a un familiar, miedo (e incluso fobia) a salir y socializar. “Hay que priorizar la escolarización y la convivencia en el ambiente escolar”, aseguró.

La salud mental de los adultos mayores y trabajadores de la salud también ha sufrido en estos meses. En el caso de los mayores, las ideas de soledad generaron un incremento en la sintomatología depresiva, y entre médicos, enfermeras y auxiliares se agudizó el cansancio y estrés laboral. Richard Buendía, internista-endocrinólogo de Tecnofarma, resaltó que tener una buena alimentación, hacer ejercicio, conectarse con la naturaleza, dormir ocho horas diarias y recibir sol son claves para prevenir trastornos y enfermedades mentales en el mediano y largo plazo.

El encuentro finalizó con un llamado a generar conciencia sobre la importancia de cuidar la salud mental y buscar ayuda cuando aparezcan los primeros síntomas o señales de que algo no anda bien.