Este martes se conoció la noticia del fallecimiento del señor Manuel Salvador Arboleda Ceballos, un hombre oriundo del municipio de Mariquita, quien llegó a la capital en busca de oportunidades para tener un mejor futuro y una vejez digna.

“Él se cansó de Mariquita y decidió irse para Bogotá porque igual tenía familia allá, él estuvo trabajando conmigo un tiempo en carpintería y yo le decía que no se fuera pero él lo quiso así, cuando trabajaba conmigo no era constante, pero decidió reciclar y dedicarse a eso”, contó su hijo Juan Manuel Arboleda a SEMANA.

A pesar de ser una persona a la que le gustaba mucho la lectura y hablaba de temas interesantes, como lo contó su hijo, no tuvo suerte en encontrar ningún oficio para desempeñar en Bogotá y alcanzar las cosas y los sueños que en algún momento pasaron por su cabeza. “Él leía mucho libro, era muy intelectual, era amante de leer y además de eso le gustaba jugar ajedrez conmigo (...) él decía que por su edad ya no lo iban a contratar en ningún lado y encontró en el reciclaje la forma para sobrevivir’'.

Corto de oportunidades, Manuel Salvador decidió dedicarse a ser reciclador, uno que no reflejara temor o inseguridad hacia las personas, sino alguien en quien encontraron una mirada, una sonrisa, una historia y por qué no, un reflejo de amor hacia los animales.

Según lo narrado por su hijo, el señor reciclador era muy conocido en el parque de la 93 y gracias a su amabilidad y carisma, logró dar con Doña Carolina, una mujer a quien su hijo se refiere como “la madrina’' de su padre, pues ella estuvo al cuidado de él durante mucho tiempo.

Manuel Salvador Arboleda Ceballos, falleció en Mariquita por salvar a su perro. Foto: Archivo particular | Foto: Archivo particular

“La señora Carolina amaba a mi papá (…) Ella llega en un momento donde mi papá siempre se parqueada en el parque la 94 con 11 y mi papá era muy dado a hablar de temas muy interesantes, entonces se conoció con ella porque administraba un negocio de ropa ahí en la 94 y ahí la conoció. Ella siempre se preocupaba por él y cuando yo lo llamaba y no sabía de él, hablaba con ella y movía todo para que yo pudiera comunicarme con él”, le dijo Juan Manuel a SEMANA.

A don Manuel Salvador también lo hizo famoso su perro Zeus, quien lo acompañó por casi cinco años y fue su más fiel compañía en las noches frías y solitarias de Bogotá, gracias a Zeus, el señor se enamoró más de los animales, al punto de que su zorra y su perro lo motivaban para cargar la carreta y seguir su camino reciclando los materiales que para algunos en la ciudad resultan insignificantes pero para él eran su sustento.

No obstante y debido a las complicaciones para tenerlo durante la pandemia, Zeus terminó quedándose al cuidado de Doña Carolina y con toda la convicción de no quedarse sin su compañía, su hijo resolvió darle a don Manuel Salvador otro perrito llamado Max, con quien duró aproximadamente cinco meses y con quien vivió más aventuras hasta la mañana de este martes 26 de octubre.

El doloroso accidente

A pesar de tener “una madrina’' y mucha gente que lo quería, don Manuel Salvador le dijo a su hijo que quería retirarse en Mariquita y sacarle provecho a una tierra que tenía, un motivo más para que Juan Manuel pensara en ayudarle a su padre a construir una casa para que se retirara con tranquilidad; sin embargo, en la noche del lunes 25 de octubre ese deseo cambio.

Max, perro de Manuel Arboleda el reciclador que falleció en Mariquita por salvarle la vida. Foto: Archivo particular | Foto: Foto: Archivo particular

A pesar de la insistencia del hombre para que su padre no viajara a pie hasta Mariquita, no logró convencerlo y don Manuel decidió emprender camino demorándose 6 días para llegar desde Bogotá hasta el Municipio. “Yo le insistí que no pero él quería vivir esa historia con su perro’', o sea con Max.

En la noche del lunes, don Manuel Salvador iba camino al lugar donde decidió acomodarse: “Mi papá iba para su cambuche en el parque la Concordia, ubicado en la carrera séptima que ahorita la volvieron doble (…) Y al parecer se le soltó el perro -el perro era un poco loco- y empezó a correr, atravesó la séptima y mi papá por rescatarlo no se fijó que venía una moto y cuando cruzó recibió el golpe”, contó a SEMANA el hijo de la víctima.

Igualmente, aseguró que un motociclista fue el que lo arroyó causándole un trauma craneoencefálico severo “al parecer cayó muy mal y ahí quedó tendido (...) en la placa que la señora Carolina le había regalado al perro, estaba el número de mi papá y el de ella, entonces se comunicaron con ella y ahí ella habló conmigo y empezamos el viacrucis’'.

Según lo narrado por Juan Manuel hijo, el señor de la moto llegó a la clínica con los papeles, sin embargo, todo indica que en este caso la culpa la lleva el peatón por haberse atravesado la vía. Sobre el cuerpo y el posible traslado, hasta ahora se sabe que, por alguna razón, la atención al cuerpo del hombre de 68 años y su traslado, no correrían bajo el SOAT y teniendo en cuenta que fue un siniestro Medicina Legal está a cargo de la investigación del caso.

Hace pocas horas, el hijo de Manuel Salvador se comunicó con SEMANA para informar que por fortuna su padre ya estaba afiliado a un seguro exequial por parte de una de las hermanas del señor, por lo tanto y agradecido con todas las personas que ayudaron, le dejó claro al medio que no es necesario continuar con las ayudas.

¿Qué pasará con Max?

Hasta el momento se conoce que está en una fundación de ayuda para animales en Bogotá e incluso una amiga de don Manuel Salvador, que conoció la historia, está interesada en poderlo adoptar, sin embargo, hasta el momento se conoce que el día 28 de octubre el animalito llegará a Bogotá para tener un mejor futuro.