Un salvaje ataque se presentó en las últimas horas contra una unidad militar en zona rural de Ituango, en Antioquia, en donde integrantes del Clan del Golfo lanzaron granadas y dispararon contra los uniformados.

Según el general Juvenal Díaz, comandante de la Séptima División, los hechos ocurrieron en la vereda de Santa Lucía, en el municipio de Ituango, donde antes existía una zona de concentración de desmovilizados de las Farc.

De acuerdo con el oficial, una unidad militar que se encontraba brindando apoyo de seguridad a la población civil fue atacada por integrantes del Clan del Golfo. “Cobardemente dispararon y lanzaron granadas desde las casas, asesinando a un capitán, un cabo segundo y dos soldados profesionales”.

El ataque, de acuerdo con fuentes militares, se presenta como retaliación contra la fuerza pública luego de que fuera capturado Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, el máximo cabecilla del Clan del Golfo.

Sobre Otoniel, es de recordar que se llevó a cabo un gigantesco operativo en la zona rural de Turbo, Antioquia, con más de 500 hombres de distintas fuerzas en la zona donde se tenía información estaba el capo del narcotráfico.

El operativo

A las cinco arrancó una gigantesca operación. Simultáneamente, desde Bogotá, Caucasia, Montería y Carepa, despegaron 15 helicópteros artillados de la Policía y del Ejército, hacia al municipio de Turbo, en Antioquia.

En cuestión de horas fueron desembarcados cerca de 800 hombres de estas fuerzas, que se dividieron en pequeños grupos de 10 soldados acompañados por un hombre de inteligencia y otro de la Policía Judicial, conocedores de los más íntimos detalles de la vida, cotidianidad y costumbres del capo Otoniel, a quien le seguían el rastro desde hacía años.

“Yo soy Otoniel, no me maten, no me maten, respéteme la vida”, fueron las primeras palabras que musitó el capo del Clan del Golfo.

Luego de la captura de Otoniel se han dado dos fenómenos. La entrega y captura de otros integrantes del Clan del Golfo y los ataques contra la fuerza pública en retaliación a la detención del narcotraficante.

El ministro de Defensa, Diego Molano, a los pocos días de la captura de Otoniel, indicó que siete presuntos integrantes del Clan del Golfo se habían sometido a la justicia.

“Estos miembros del Clan del Golfo delinquían en los corregimientos de Hojas Blancas, Loma, La Escuelita y Caimanero, y uno de ellos era comandante de la zona en el municipio de Bojayá, Chocó”, señaló el titular de la cartera de defensa.

Agregó el funcionario que “el mensaje es contundente: o se pasan del lado de la legalidad o serán capturados. Nuestra fuerza pública no descansará hasta dar con ellos y aplicar todo el peso de la ley”.

De acuerdo con el Gobierno, son varios los beneficios que recibirán los integrantes de las organizaciones ilegales que decidan someterse a la justicia; primero, con la entrega voluntaria, abandonar la ilegalidad y cumplir con los requisitos de cada fase. Posteriormente, serán trasladados a un hogar encargado de ofrecerles atención psicosocial, salud, medidas de protección y seguridad. Si cumplen con todos los pasos recibirán un apoyo económico.

Luego, en un lapso aproximado de 100 días, se hace efectivo el tránsito a la legalidad, con la participación de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), que acompaña y brinda asesoría permanente a quienes le apuestan a la paz, para fortalecer sus capacidades y brindar la oportunidad de desenvolverse plenamente como ciudadanos.