Una reciente publicación de la Agencia de Noticias de la Universidad de Nacional publicó el concepto de docentes expertos en el estudio de suelos, enfocado en explicar el fenómeno que dejó sin gas a municipios de seis departamentos del país tras las presentes humaredas en el sector conocido como la Virgen en Herveo (Tolima), que han generado alerta, y obedecen a un fenómeno natural del suelo denominado combustión por materia orgánica, según explican en el informe.

Si bien es cierto el servicio ha empezado a restablecerse paulatinamente en algunas regiones, como en Cali, queda el interrogante de cuánto tiempo tardará en apagarse la zona de calor, por lo que expertos en estudios de suelos de la Universidad Nacional de Colombia con sede Manizales hicieron su análisis frente al extraño fenómeno.

Por una parte, Victoria Mejía Bernal, experta en magnetismo y materiales avanzados, con estudios de lavas y paleosuelos, afirman que la combustión por materia orgánica no es de origen volcánico y ese concepto es compartido con Eugenio Duque Escobar, experto en geología, geotecnia y movimientos de masa.

La materia orgánica es una mezcla de sedimentos volcánicos con vegetación que se da con el pasar de los años. Esta se va introduciendo entre el suelo y forma pastizales bajo tierra, no se desintegra por completo para volverse suelo común, dicen en su explicación.

“Una de las particularidades de dicho fenómeno es que las temperaturas han alcanzado hasta los 700 °C –una cifra elevada para casi todo tipo de suelos–, capaz de derretir rocas, por lo que se debe estar pendiente de los laterales de la montaña para prevenir agrietamientos mayores o afectaciones en la vía que propicien taludes”, explica el profesor Duque.

Indican que al estar en un terreno escarpado y agrietado, la materia orgánica se concentra en una sola zona de la montaña, y sin una liberación natural de gases, como debería darse, lo que permite que entre en un proceso de combustión.

La profesora Mejía anota que “este fenómeno de combustión latente se presenta debido a una mínima cantidad de oxígeno en la atmósfera, que a pesar de que exista una combustión, no se da como cuando ocurre una quema forestal; en otras palabras, es un incendio subterráneo. Cuando se habla de la importancia de conocer el tipo de suelo y por qué ocurren estas fisuras o agrietamientos”.

Para Duque tales fisuras o agrietamientos pueden obedecer a un levantamiento interno del suelo, por una acumulación de sedimentos, ya que la montaña de Cerro Bravo está conformada por domos de lava, es decir erupciones lentas de magma viscosa que se van mezclando con los años superficialmente o al interior del suelo formando una especie de capas con la tierra, además de la ceniza que cae y el material vegetal.

Algo que ratifica la académica Mejía, quien menciona textualmente que el interior del suelo de Cerro Bravo se caracteriza no solo por ser un terreno escarpado, sino por contar con la presencia de turbas. Estas generan –de forma natural– un proceso de emisión de gases, expulsando nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono, óxido nitroso y metano, este último uno de los principales contribuyentes a la formación de la capa de ozono en el suelo, un contaminante atmosférico peligroso al medioambiente como gas de efecto invernadero.

Por ello se debe considerar que los agrietamientos internos en la montaña obedecen a un efecto de volcanismo fisural que, que se genera de forma natural por la necesidad del volcán en liberar gases acumulados, necesarios ambientalmente para que no existan explosiones.

El profesor Duque dice que lo anterior es similar a lo que pasa en otro tipo de minas, “un claro ejemplo de ello son las minas de carbón cuando están expuestas a una concentración alta de metano y el gas no se libera por taponamientos o estructuras para proteger a los mineros, entonces cualquier chispa de una pica puede entrar en reacción y generar una explosión”.

Por esa razón la recomendación que dan es que no resulta conveniente taponar nuevamente el hueco con más tierra u otro tipo de material, máxime cuando ya se ha determinado que el proceso de combustión se da de forma lenta; tampoco se puede apagar con agua hasta que no bajen las temperaturas y se conozca el origen de dicho enrojecimiento de la materia orgánica.

Por último, la profesora Mejía menciona que “no basta con determinar o predecir en cuánto tiempo se puede extinguir este fenómeno; es importante evaluar si el fenómeno puede darse en otros sectores del Cerro, teniendo en cuenta el principio geológico del uniformismo de James Hutton: el presente es la clave del pasado”.