Una sofisticada danza de los millones es rastreada por los investigadores del caso que tiene contra las cuerdas a Piedad Córdoba, senadora electa por el Pacto Histórico. Conforme avanzan las pesquisas y se profundiza en los señalamientos que realizaron, con papeles en mano, algunas personas que pertenecían a su círculo cercano, crecen las dudas por jugosos negocios en los que habrían sido socios Córdoba y el régimen de Maduro.

SEMANA conoció en exclusiva un revelador documento entregado a la Corte Suprema que comprometería no solamente a la congresista electa, sino a uno de sus hijos, el exsenador Juan Luis Castro, quien aparece mencionado en las comunicaciones y formaría parte del esquema de negocios.

Se trata de dos correos electrónicos entregados a la Sala de Instrucción de la Corte por el asesor Andrés Vásquez, quien está colaborando con la justicia. Como parte de los compromisos, suministró su testimonio, documentos y evidencias físicas para respaldar lo que manifestó durante horas de declaración.

Los correos, que tienen como asunto “Negocio senadora” y “Saludo y reporte de negocios”, son dirigidos directamente a Córdoba y a su hijo. En estas misivas, les dan un reporte detallado y hablan de pagos de porcentajes millonarios a un grupo al que denominan PC, las iniciales de la senadora.

Informan de la creación urgente de una sociedad para firmar contratos y una cuenta bancaria, además de posibles transacciones en paraísos fiscales como Bélice, en Centroamérica, cuentas y contactos en Hong Kong y Canadá. También millonarios negocios de comida, construcción de escuelas y hasta venta de edificios, en Venezuela y en Ecuador. Estos son los impactantes mensajes electrónicos, hoy en la lupa de los investigadores.

Los correos remitidos al exsenador Castro, enviados por Vásquez, quien fuera uno de los hombres de confianza de Piedad Córdoba, hoy testigo ante la Corte Suprema de Justicia, eran casi que mensuales y se efectuaron de común acuerdo para que les dieran detalles de los negocios que se gestaban.

Todo, con la orden de Nicolás Maduro, quien, luego de la destitución de Córdoba de parte de la Procuraduría, dio la orden de ayudarla en lo que pidiera. Ante Venezuela, ella era una víctima. El primer e-mail, fechado el 2 julio de 2010, en el asunto señala: “Saludo y reporte de negocios”. En su contenido dice: “Estimado Juan Luis (...) Te quiero hacer un reporte detallado de lo que estamos trabajando actualmente”.

En efecto, allí se hace un registro pormenorizado de los negocios en los que supuestamente estaban involucrados Córdoba y su hijo, y los clasifica en cuatro sectores: alimentos, impresión de agendas, construcción de escuelas y venta de un edificio al Banco de Venezuela. Este último llama poderosamente la atención, pues señala: “Ya se aprobó la venta de edificio al banco en primera discusión, falta una segunda aprobación por parte de la junta. El propietario del edificio es (...) y le corresponde a nuestro grupo (que sería PC) 5’000.000 de dólares cuando se haga efectiva la compra”. Los correos, que eran recibidos por Castro, son tan detallados que hablan de porcentajes y cantidad de productos.

“En el caso de los alimentos la parte correspondiente al grupo PC es el 20 %, para esto necesitamos que la sociedad de ustedes esté lista lo antes posible para firmar contratos y tener una cuenta bancaria como lo conversamos en Colombia”.

Es en ese momento cuando se refieren a un paraíso fiscal: “El propietario de la empresa de Alimentos LBT Importaciones, encargados de la importación de caraotas (fríjol negro) y atún nos informa que con la empresa en Bélice puede ser complicado el pago, pues algunas operaciones desde algunos países retienen un alto porcentaje (entre 20 y 30 %) al transferir dinero allí por ser paraíso fiscal.

Por ejemplo, para el negocio de las caraotas no hay problema con Bélice, pero para el del atún sí, pues el pago vendrá de una empresa en Ecuador y en ese país retienen el 20 por ciento. Perderían mucho dinero y no es la idea”. Y le sigue haciendo sugerencias al exsenador Juan Luis Castro sobre cómo mover el negocio. “Nos sugiere que exploremos otros lugares. Pienso que teniendo en cuenta tu ciudadanía, puede ser Canadá o nos recomienda Hong Kong, pues tiene contactos en HSBC allá, y el tema de cuenta bancaria lo podría facilitar”.

Piedad Córdoba acaba de ser elegida senadora por el Pacto Histórico. Gustavo Petro, jefe de esa coalición, ha dicho que las denuncias son graves. | Foto: Guillermo Torres Reina

Las autoridades tienen claro que Castro vivió durante varios años en Montreal, Canadá. “Teniendo en cuenta que para unos casos Bélice puede amenazar tus utilidades, quisiera sugerirte que explores la posibilidad de tener solo una sociedad en otro lugar donde manejes todo el tema, así no lo haces con varias en diferentes latitudes y simplificas muchísimo más tu logística de negocio”, señala el correo.

En las pruebas entregadas a la Corte y reveladas por SEMANA, Vásquez ratifica que Córdoba tuvo negocios con el llamado testaferro de Nicolás Maduro, Álex Saab, y que “se trató de una gestión de recuperación de cartera con una comisión de éxito”.

Incluso fue más allá y dijo que “Piedad Córdoba y sus hijos fueron informados detallada y periódicamente de todo el proceso, y de los cuestionamientos que tenían varias empresas dentro del listado de Álex Saab”. En cuanto a los alimentos, habla de diferentes productos, como las leguminosas.

Hay cifras que no son de poca monta, se refieren a importaciones de 2.000 toneladas de caraotas y señalan que ante el Ministerio de Alimentación de Venezuela ya fueron tramitadas las primeras solicitudes.

Sobre el atún, afirma que ya se radicó una orden de compra de 100.000 cajas de 48 latas cada una, y lo que deja en evidencia la relación directa del régimen es que señalan: “La orden de compra fue remitida por el ministro de Alimentación a la presidenta de Mercal (Mercado de Alimentos, uno de los programas sociales incentivados por el Gobierno venezolano), el pasado 14 de junio con el radicado 000816”.

Además, le piden entregar unas muestras del producto para hacer control de calidad. En cuanto a la carne, mencionan cifras astronómicas y pretenden evitar problemas, como sucedió con el anterior proceso, “en los que se otorgaron licencias de 200 millones de dólares, pero ninguna se ejecutó. Seguimos evaluando a varios importadores”.

Estos son los correos que dirige una persona desde Venezuela a Córdoba y a su hijo, en los que se refieren a los millonarios negocios que Nicolás Maduro habría ordenado manejar.

Hay más negocios en el millonario portafolio, esta vez con el Ministerio de Educación de Venezuela. Se trata de la impresión de tres millones de agendas y de un plan para construir escuelas por medio de la Fede (Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas), una entidad gubernamental. “Se entregó a la Fede, entidad encargada de entregar el contrato de construcción de escuelas, la carpeta con la empresa que ejecutará el proyecto de construcción”.

Pero si existían dudas de que estos negocios tenían la venia del régimen, en el correo hacen referencia a una “tajada” de 20 % que pedía el director de la Fede para asignar el negocio. Monto que no fue necesario pagar porque hablaron con la ministra de Educación, quien “garantizó que el contrato se adjudicaría sin pagar esa cuota de corrupción”.

En otro correo, fechado el 10 de agosto de 2010, cuyo asunto señala “Negocio senadora”, enviado a Piedad Córdoba y a su hijo, dice lo siguiente: “Estimado Juan Luis, estuve reunido el pasado 6 de agosto en Bogotá, con Álvaro y dos personas de una empresa llamada Sur Logística, para tratar el tema de negocios en Venezuela”.

En esta comunicación nombran a otra persona que les hizo perder negocios con licencias de carnes por 130 millones de dólares. Por esos antecedentes, “recomiendo evitar una relación comercial que podría ser muy riesgosa”. Pese al arsenal de pruebas que entregó el exasesor de Piedad Córdoba, Andrés Vázquez, a la Corte Suprema, en las que aparecen los detalles de estos millonarios negocios y de la farcpolítica, la recién elegida senadora le restó importancia y señaló: “Anunciaron con bombos y platillos que ese señor entregaría las pruebas de que yo era Teodora”.

Tras semanas de linchamiento, entregó lo que podrían ser pruebas de sus propios negocios. “Sobre mi inexistente relación comercial con Álex Saab y la guerra jurídica orquestada en mi contra, mi apoderado Eduardo Montealegre solicitó a (la) Fiscalía nos informe si adelanta algún caso al respecto. Exijo garantías”, dijo.

En las pruebas entregadas a la Corte, Vásquez ratifica que Córdoba tuvo negocios con Saab y que “se trató de una gestión de recuperación de cartera con una comisión de éxito”. Pero fue más allá y dijo que “Córdoba y sus hijos fueron informados detallada y periódicamente de los negocios que tenían”.