SEMANA confirmó que el pasado 7 de marzo se registró el proyecto de fallo en el estudio de la solicitud de extradición presentada por una Corte de los Estados Unidos, en contra de Juan Larinson Castro Estupiñán, alias Matamba, el temido jefe de la organización criminal conocida como La Cordillera II, que delinquía principalmente en el departamento del Nariño.

El despacho del magistrado Eyder Patiño Cabrera fijó el concepto que iba a presentar ante la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia. Matamba, quien había sido capturado el 18 de mayo de 2021 en medio de un gigantesco operativo en el municipio de Floridablanca (Santander) cuando celebraba su cumpleaños, es requerido por delitos relacionados con el narcotráfico.

El 15 de julio de 2021 inició todo el trámite de extradición en la Corte Suprema de Justicia tras la documentación presentada por la Dirección de Asuntos Internacionales del Ministerio de Justicia y del Derecho mediante el Oficio 27211. El despacho del magistrado Patiño había ordenado las pruebas documentales para definir si la petición cumplía con los requisitos exigidos.

Este viernes se confirmó la fuga de alias Matamba. Las primeras informaciones indican que salió de la cárcel La Picota vestido como un dragoneante del Inpec.

Tras confirmarse el hecho, el presidente Iván Duque anunció una reestructuración de fondo en el instituto carcelario. Esta fuga se suma a los recientes escándalos relacionados con los permisos y traslados irregulares del empresario Carlos Mattos y la fiesta de fin de año que incluyó whisky y dedicatoria vallenata protagonizada por el exgobernador de La Guajira, Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez Cerchar.

Matamba y sus nexos con el Ejército

El nombre de Matamba sonó con mucha fuerza en febrero de este año luego que la Fiscalía General capturara a varios oficiales y suboficiales activos y en retiro del Ejército Nacional, que habrían tenido una estrecha relación con la organización criminal que lideraba Castro Estupiñán en el sur del país.

Varias comunicaciones interceptadas revelaron las alianzas de esta organización con la Fuerza Pública y las comisiones que se entregaban con el fin de disminuir los operativos militares en la región, estos en contra de los integrantes de la banda conocida como La Cordillera II, así como las presiones que ejercía ante varios generales con el fin de que cambiaran a los agentes de inteligencia.

Matamba, según las grabaciones, hablaba directamente con los militares, daba órdenes directas para que no se adelantaran acciones en su contra y se fortalecieran los operativos contra las disidencias de las Farc, con quienes sostenía una lucha para el control territorial y el manejo de las rutas del narcotráfico.

Cada integrante de la Fuerza Pública que ayudaba a la organización recibía mensualmente una millonaria comisión. El principal nexo entre Matamba y el Ejército era el coronel (r) Robinson González del Río, oficial condenado por los ‘falsos positivos’ y quien tiene un extenso prontuario criminal.

González era el encargado de enviarles los mensajes del narcotraficante a varios generales, que también recibían comisiones. La organización también recibió armamento por parte de las Fuerzas Militares.