El presidente electo Gustavo Petro entregó las conclusiones de su encuentro con Álvaro Uribe, su principal opositor político, con quien se reunió este miércoles durante dos horas y media en Bogotá, y con quien habló del papel que asumirá el Centro Democrático en los próximos cuatro años.

“Ojalá el país pueda ver el escenario del diálogo de las diferencias. La conversación con el expresidente Uribe fue provechosa y respetuosa”, dijo el líder del Pacto Histórico.

“Encontramos las diferencias y los puntos comunes. Siempre habrá diálogo gobierno/oposición”, resumió el presidente electo.

Precisamente fue Petro quien tomó la iniciativa de invitar a dialogar a Uribe días después de su triunfo en las urnas. Al comienzo, la propuesta, que empezó a ventilarla el senador Armando Benedetti, uno de los hombres más cercanos al nuevo presidente, fue tomando fuerza y se consolidó cuando Uribe aceptó el encuentro con uno de sus más fuertes adversarios.

“Agradezco la invitación del presidente Gustavo Petro. Acudiré a la reunión en representación del Centro Democrático. Son visiones diferentes sobre la misma patria”, dijo Uribe.

Sin embargo, fue su mensaje del 19 de junio el que motivó a Petro a tomar la iniciativa de sentarse a dialogar. “Para defender la democracia es menester acatarla. Gustavo Petro es el presidente. Que nos guíe un sentimiento. Primero Colombia”, escribió en su cuenta personal de Twitter.

Ese mensaje de Uribe fue contundente. Tras la derrota del Centro Democrático en las urnas el 13 de marzo pasado, porque disminuyó el número de curules en el Congreso, el expresidente reconocía que la derecha perdía el poder en el Palacio de Nariño.

La reunión histórica entre ambos líderes políticos este miércoles arrojó importantes conclusiones. Uribe y Petro hablaron sobre los problemas del país que requieren atención urgente. El líder de la derecha habló de preocupaciones, entre ellas una reforma tributaria que afecte al sector empresarial y a los colombianos, la suerte que puedan correr las Fuerzas Armadas, la transición energética, entre otras.

Además, Uribe dejó claro que el Centro Democrático, su partido político, ejercerá desde el Congreso un papel de oposición, pero con argumentos y bajo la premisa del respeto. Eso sí, el expresidente planteó que cuando el nuevo gobierno tramite proyectos que beneficien a los colombianos, el uribismo estará dispuestos a apoyar su trámite en el Legislativo.

Esta es la primera vez que los dos líderes políticos con más distanciamiento durante años dejan atrás sus diferencias para dialogar sobre el futuro del país, un encuentro que atrapó la atención del país y que ha generado todo tipo de reacciones.

La izquierda, por ejemplo, celebra el papel de Petro tendiendo puentes con todos los sectores políticos, mientras en la derecha algunos sectores aplauden la posición de Uribe y el ala radical cree innecesario dicho encuentro político.