“Para esta época del año, se van a presentar muchísimas demoras en el tráfico aéreo del país si no aumentamos la planta de controladores ni mejoramos la infraestructura aeronáutica. La situación para los viajeros va a ser bastante complicada. Así las cosas, o reducimos la amplia operación aérea, o las reprogramaciones y cancelaciones se van a seguir presentando”.

Esa es la tajante advertencia de Irina Lara, presidenta de la Junta Directiva de la Asociación Colombiana de Controladores de Tránsito Aéreo (Acdecta), quien alerta sobre la caótica situación que se puede presentar para este fin de año.

Lo que sucedió esta semana en el aeropuerto internacional El Dorado en Bogotá puede ser un anticipo de lo que Acdecta prevé para lo que resta de 2023. El miércoles 22 de noviembre, en la mañana, la Aeronáutica Civil reportó la reducción de la visibilidad por bancos de niebla y neblina en los alrededores del aeropuerto, lo que “podría afectar algunas operaciones aéreas”.

Finalmente, el perjuicio fue de grandes proporciones. Avianca informó que se presentaron demoras en 400 vuelos, lo que afectó a 64.000 pasajeros. Asimismo, se tuvieron que cancelar 66 vuelos, mortificando a 9.400 pasajeros, sin contar los retrasos en las otras aerolíneas y demás aeropuertos.

De acuerdo con la Aerocivil, el problema se debió únicamente “a las condiciones generales de mal tiempo, hoy más severos por el cambio climático”. Sin embargo, para Acdecta, más allá del clima, las demoras, reprogramaciones y cancelaciones de vuelos también obedecen a la falta de controladores y a las fallas en la infraestructura aeronáutica.

Escasez de controladores

Lara entregó en SEMANA una radiografía de la crítica realidad. “Este es un problema que viene ya de muchos años y siempre ha sido el mismo, la falta de controladores”, afirmó.

Según la directiva, desde 2016, por medio de la Resolución 3763, la Aerocivil estableció la cantidad de cargos que tenía que haber a nivel nacional en las posiciones de control. “Esto dio como resultante 934 cargos, pero estos no necesariamente son 934 controladores, tiene que haber mucho más”, dijo Lara.

Sin embargo, a la fecha tan solo hay contratados en el país 704 controladores aéreos, y en las próximas semanas ingresarían otros 40. Para finales de 2024, la planta total autorizada será de 799, un número aún inferior a lo que se estableció en 2016.

“Estamos hablando apenas de 799 controladores, cuando la resolución habla de 934 cargos. Si nos remitiéramos simplemente a cargos, estarían faltando 135, pero los cargos no son personas, porque estas obligaciones muchas veces son realizadas por dos personas”, manifestó Lara.

En ese sentido, la directiva puntualizó que se necesitarían 1.200 controladores para operar los 934 cargos establecidos por la resolución en 2016, “pero estoy hablando de cómo se planteó la entidad hace siete años, y si hoy en día ni siquiera cumplimos con los cargos que se establecieron en 2016, imagínense cómo será para 2030, cuando la entidad tiene proyectado movilizar 100 millones de pasajeros”, enfatizó Lara.

Sobrecarga laboral

La falta de personal ha provocado una sobrecarga laboral. El ideal, por la exigencia neurológica que se requiere, es que los turnos sean de seis horas de trabajo, pero hoy en día, con las horas extras que se deben cumplir, las jornadas para los controladores aumentaron hasta las 12 horas.

“Nosotros somos personal de alto riesgo y trabajamos en turnos de seis horas, porque nuestra carga es mental. Pero estamos teniendo una jornada adicional del mismo tiempo, primero, porque no hay personal suficiente y, segundo, porque somos un servicio público esencial y se nos obliga a trabajar extras”, acotó Lara.

“Con un personal cansado y fatigado, se podrían poner en riesgo las operaciones aéreas de los diferentes aeropuertos del país. El desgaste mental es altísimo”, aseguró un controlador.

Las fallas no son de ahora y vienen de administraciones anteriores. De hecho, antes de la pandemia hubo cuatro años en los que no se registró un solo curso básico para controlar el tránsito aéreo.

Ahora, si bien el ingreso de 40 nuevos controladores mitigaría un poco la crítica situación, no todo es tan fácil como parece. “Los nuevos chicos no podrán reemplazar a la gente más antigua porque esta es una carrera viva, el controlador básico sale de la escuela y apenas empieza su formación dentro de la misma entidad”, explicó Lara.

Como si fuera poco, en estos momentos hay aproximadamente 150 controladores ad portas de pensionarse y son funcionarios expertos que hoy en día no hay con quién reemplazarlos.

El mayor déficit está en el aeropuerto El Dorado, dado que esta terminal controla la mayoría del espacio aéreo del país.

La gran preocupación es cómo se continuará con la expansión del aeropuerto El Dorado.

¿Veto?

A pesar del alto déficit de controladores aéreos, SEMANA conoció que desde hace varios meses 25 exfuncionarios y excontroladores de la Fuerza Aérea Colombiana enviaron sus hojas de vida a la Aeronáutica Civil para ser tenidos en cuenta y cubrir las vacantes, pero denuncian que, al parecer, por presiones del sindicato de trabajadores los han vetado.

En el país hay dos instituciones que forman a los controladores de tránsito aéreo: el Centro de Estudios de Ciencias Aeronáuticas (CEA) y la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea.

“Aun sabiendo que tenemos experiencia de haber trabajado con aeronaves reales, quieren nombrar personal recién graduado del CEA, que aún no ha tenido contacto con una frecuencia real”, dijo un exfuncionario de la Fuerza Aérea.

Varios de ellos han pasado derechos de petición a la Aerocivil pidiendo explicaciones sobre por qué sus hojas de vida no han sido tenidas en cuenta, pero las respuestas han sido vagas.

Frente a este tema, Lara afirmó que “hay cursos que son civiles y cursos que son militares, y el control de todas maneras no es el mismo”. No obstante, es necesario mencionar que en las últimas semanas han sido constantes las protestas en la calle 26 en Bogotá de funcionarios de la Aerocivil, bloqueando el corredor vial, y una de las pretensiones, como se ha podido leer en las pancartas, es la de “fuera el personal de la Fuerza Aérea”.

¿Qué dice la Aerocivil?

SEMANA buscó a la Aerocivil para conocer qué responde el director Sergio París ante estas denuncias, pero aseguraron que el único pronunciamiento al respecto será el que hizo el funcionario desde Cartagena en el Congreso de la Infraestructura.

“No hay un déficit. Nosotros hemos venido creciendo en las plantas, tenemos un programa armónico de ascenso y vamos trabajando con ese fin, cumpliendo un mandato que nos han dado constitucionalmente”, fueron las palabras de París en el evento.

No obstante, la advertencia de Lara es contundente: “No tenemos la cantidad de gente suficiente para atender el espacio aéreo colombiano”.