El domingo 25 de octubre las Fuerzas Militares, en coordinación con la Policía Nacional y el apoyo de la Fiscalía General de la Nación, propinaron un fuerte golpe contra el ELN en Chocó, luego de coordinar una operación en contra de alias Uriel, mediático comandante, que fue dado de baja.

A través de redes sociales y enviando siempre su número de celular, Andrés Felipe Vanegas Londoño o alias Uriel se hizo reconocido en medios de comunicación. El hombre apoyó los ataques a los CAI en varias ciudades, sobre todo en Bogotá, entre el 9 y 10 de septiembre cuando estallaron las protestas por el homicidio del abogado Javier Ordóñez. Además, su postura de confrontación con el Estado y el apoyo del secuestro lo postularon como enemigo nacional.

Durante la Operación Odín, en la que el jefe del ELN fue dado de baja, fueron incautadas dos pistolas, munición para fusil 5.56, 16 celulares, equipos de cómputo y de comunicaciones, así como documentos de interés para inteligencia de la fuerza pública.

“Asumimos que la seguridad es un valor democrático, que la seguridad es un bien público y que además construye, por su propia capacidad de permitirle al ciudadano el ejercicio de sus convicciones”, dijo el presidente Iván Duque este miércoles en un evento. Sin hacer referencia directa a la operación Odín, pero sí a recientes golpes de la fuerza pública a bandas criminales, el mandatario defendió el trabajo de las fuerzas del orden.

Parecería una respuesta a recientes cuestionamientos a su Gobierno. Desde el Congreso de la República criticaron y se preguntaron si durante el operativo hubo menores de edad heridos o muertos. El senador Roy Barreras fue uno de los primeros en alzar la voz: “Informan que en operativo militarmente exitoso del Ejército de Colombia cayó alias “Uriel” del ELN. Quien le apuesta a la guerra le apuesta a la muerte. Madres alertan a la Defensoría del Pueblo que también hay menores de 6 y 10 años en ese campamento (?!) para que los saquen de zona de combate”.

Sin embargo, el ministro de Defensa reaccionó de inmediato a esas acusaciones, al aclarar lo que hubo detrás de la operación que, en general, ha sido catalogada como exitosa. Si bien Carlos Holmes Trujillo reconoció que había menores de edad en el campamento, se defendió explicando las responsabilidades de las diferentes entidades y aseguró que las actuaciones se hicieron bajo las normas del derecho internacional humanitario (DIH).

“Es de inmensa gravedad lanzar mensajes subliminales o directos que confundan a la opinión pública y que creen la idea equivocada, una idea que rechazamos y que no podemos aceptar, de que la fuerza pública mata niños. La fuerza pública no mata niños, la fuerza pública defiende a los colombianos, la fuerza pública crea condiciones de seguridad”, enfatizó Holmes Trujillo.

Días atrás, Barreras había tachado al uribismo de autoritario, después del fallido intento de sacar adelante una moción de censura en contra del ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, en el Senado.

Con todo, el presidente Iván Duque sumó a su intervención una crítica directa a quienes han cuestionado la operación y a la política de seguridad del Gobierno durante los últimos días.

“Mal hacen algunos cuando tratan de tergiversar el concepto de seguridad, tratando de añadirle de manera fraudulenta el contexto de ser autoritarismo o de ser, sencillamente, una expresión de la violencia. No, la seguridad es el vehículo a través del cual se construye la paz”, señaló el mandatario, en la misma línea de lo que dijo Trujillo días atrás.

Para él, “la verdadera paz es la ausencia de violencia, la ausencia de amenazas, la ausencia de trampas”, una idea que también va directamente relacionada con sus conceptos de justicia y seguridad.