A las 6:10 minutos de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel, hoy miércoles 24 de abril, en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a los anuncios de ayer del ministro Iván Velázquez de que Colombia se prepara oficialmente para abrir una segunda negociación con las Farc.

En este caso, con quien fuera el jefe, ni más ni menos, de la delegación de las Farc en las negociaciones de La Habana, Iván Márquez, y que hoy, en lugar de estar refugiado en territorio venezolano, al frente, más o menos, de 700 hombres que funcionan bajo el nombre de la Nueva Marquetalia, debería estar ocupando su curul en el Congreso de la República, bajo el amparo de la JEP.

Presidente Gustavo Petro e Iván Márquez | Foto: Revista Semana

Pero no será el segundo capítulo de la negociación con las Farc, aunque este es el más grave, porque se trata de militantes y dirigentes de ese cuerpo guerrillero que firmaron el acuerdo de paz y que luego lo traicionaron. Este segundo capítulo trae cola con las disidencias de Iván Mordisco, que vienen detrás, que van por aparte y que actualmente están varadas por las divisiones internas que no sabemos si son estratégicas o si realmente está en juego el liderazgo de Mordisco y sus cirugías plásticas faciales.

De manera que ya saben, con las Farc no hay nada definitivo, se puede hacer la paz hoy, firmada y todo, incumplirla mañana y renegociarla pasado mañana. Y tengo una pregunta adicional por fuera del tema que no se quiero que se me quede por fuera. ¿Por qué será que ayer, durante la aprobación del controvertido proyecto de reforma pensional en el Senado, desde la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez para abajo, andaban mascando chicle? Qué actitud tan despectiva con el Congreso, pero así están las cosas.

Lea la primera opinión de María Isabel de hoy miércoles 24 de abril:

¿Qué opina María Isabel? Tres meses más de suspensión al canciller Leyva

Esa fue la decisión que tomó ayer la Procuraduría, por considerar que las conductas que llevaron a su primera suspensión se siguen cometiendo. Ello frustra, de alguna manera, los planes que le tenía el Gobierno a Leyva: que terminada la suspensión regresara a su cargo por lo menos por un mes más, que empalmara con el recién designado vicecanciller Daniel García-Peña y que luego asumiera la organización de la constituyente petrista.

A las 6 en punto de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel, hoy miércoles 24 de abril, en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la decisión de la Procuraduría de extender por tres meses más, es decir, ya en total por seis meses, la suspensión de su cargo del Canciller Álvaro Leyva.

La razón es que la Procuraduría considera que las fallas cometidas en relación con la declaratoria de desierta de la licitación de los pasaportes continúan cometiéndose en la actualidad. El canciller Leyva está siendo objeto de un juicio disciplinario por esos hechos.

Canciller Leyva seguirá suspendido otros tres meses. | Foto: Juan Carlos Sierra

Concretamente, se le investiga por la posibilidad de que Leyva haya violado los principios de contratación estatal, con la delicada consecuencia de que se afecta o que se termine afectando la seguridad jurídica de la contratación con el Estado, al declararse desierta la licitación 001 de 2023, sin que estuviera respaldado por fundamentos técnicos que lo justificaran.

También se la acusa de haber abusado de la declaratoria de urgencia manifiesta para volver a contratar con Thomas Greg and Sons, como los bobos, la elaboración de pasaportes, que previamente se había ganado esta compañía con una licitación en franca lid que le fue arrebatada.

Álvaro Leyva, canciller suspendido. | Foto: Juan Carlos Sierra

La pregunta es si será cierto que con esta extensión de la suspensión de la Procuraduría por otros tres meses a Leyva no se estarán frustrando los planes del Gobierno, que consistían en que terminara la sanción hoy miércoles, que era el plazo final. Leyva regresaría a la Cancillería por un término más o menos de un mes para no salir como echado por la Procuraduría y para hacer un empalme con quien probablemente será el sucesor en propiedad de Leyva, el recién elegido vicecanciller, Daniel García Peña.

Luego, al actual canciller se le entregaría la gerencia o el manejo de la constituyente que planea o en la que está empeñada el presidente Gustavo Petro, que aún no sabemos si será constitucional o popular, como la llama él y como él lo quiere. Pero este nuevo revés, si esos realmente, como todo parece indicar, eran los planes, se fueron por la borda, aunque eso no significa que Leyva no pueda ir avanzando en el embeleco de la constituyente, que, según las encuestas, los colombianos definitivamente no quieren.