En el confuso y ambiguo comunicado en el que negaron la muerte del comandante guerrillero Luciano Marín Arango, conocido con el alias de guerra de Iván Márquez, la Segunda Marquetalia (el grupo de disidentes que se conformó por la mayoría de integrantes del Secretariado de las Farc que rechazaron el Acuerdo de Paz) hizo fuertes aseveraciones en contra de los medios de comunicación en Colombia.

Mientras se aseguraba que Márquez no estaba muerto, como se había publicado, calificaron de “mercenarios de la información” a la Revista SEMANA, Caracol Radio, El Tiempo, El Espectador, Noticias Caracol, RCN Televisión y RCN Radio. “Estas agencias informativas son mercenarios de la información. Satanizan a quienes piensan diferente y endiosan a sus amos”, dijeron.

El grupo subversivo, cuyos comandantes se encuentran en Venezuela bajo la protección del régimen de Nicolás Maduro y que tienen actualmente una guerra a muerte con la Guardia Nacional Venezolana y la guerrilla del ELN por el control del narcotráfico, calificó como “fieles aliados” del Gobierno a los medios citados.

Frente a estos graves señalamientos, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) emitió un pronunciamiento en sus redes sociales para rechazar tajantemente este tipo de afirmaciones, advirtiendo que no se puede permitir este tipo de mensajes que solamente estigmatizan la labor de la prensa.

En el pronunciamiento, firmado por el presidente de la SIP, Jorge Conahuti, se advierte que este tipo de agravios de las disidencias de las Farc “representan un nuevo ejemplo de cómo los grupos de poder, así sean públicos, privados o del crimen organizado, estigmatizan al periodismo para restarle credibilidad”.

A renglón seguido, se cita que durante años el actuar de la guerrilla de las Farc y sus actividades relacionadas con el tráfico de drogas sembró el temor y la zozobra en territorio colombiano, obligando a que muchos medios de comunicación cerraran y los periodistas se vieran obligados a la autocensura.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, señaló que “a todo el mundo le consta que el periodismo colombiano, pese a la violencia sufrida, muertes, secuestros y extorsiones, siempre se ha erigido como la principal institución para sostener la democracia”.

El comunicado en el que se hicieron los agravios contra la prensa fue publicado el pasado domingo. En el mismo se señalaba que Iván Márquez estaba vivo tras sufrir un atentado el pasado 30 de junio en territorio venezolano.

En la confusa comunicación aseguran que el “atentado criminal” fue ejecutado por los “cuarteles del Ejército y los comandos de Policía”, utilizando el “mismo modus operandi que utilizaron para asesinar al paisa Óscar, Edilson Romaña, Gentil Duarte y Jesús Santrich”, jefes de las disidencias que murieron en territorio venezolano.

Iván Márquez actualmente es requerido por la justicia por los delitos de reclutamiento ilícito, homicidio en persona protegida, desaparición forzada agravada, reclutamiento ilícito y homicidio en persona protegida.

Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, nació en 1955 en Florencia, Caquetá. A muy temprana edad, cumplidos los 22 años, entró a formar parte de las Juventudes Comunistas (Juco) e incluso realizó estudios de derecho en la Unión Soviética.

Tras la muerte de Jacobo Arenas, en 1990, terminó siendo parte del Secretariado Farc, llegando incluso a asumir la vocería política de la organización guerrillera.