A las 6:12 a. m. suena el segundo Tik Tak de hoy 5 de julio en SEMANA y suena por los lados de las reservas que, después de ponderarlo por sus méritos, muchos expresan sobre los planes del nuevo ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.

La primera es: ¿cuánto planea mantenerse en el cargo? Y todo indica que será menos que más. A SEMANA, en una entrevista, le dijo claramente que no piensa dejar su labor de profesor en la Universidad de Columbia, que eso le encanta y que allá las licencias las resuelven año tras año. Luego, después de los primeros 12 meses en el gobierno Petro, podríamos incluso ver sentado en su cargo a otro personal.

Lo segundo es que, en entrevista con El Tiempo, Ocampo no se muestra contrario a un estado empleador, mucho más grande que el actual, porque él dice que apoya el empleo de emergencia. Luego no nos puede extrañar que se creen dos o tres ministerios más, llenos de burocracia en este nuevo estado empleador, que no tendrá como prioridad, como otros, apretarse cinturón, porque se necesita, dice, aumentar su tamaño para cumplir con los programas sociales que implicarán más gasto.

Ya comienza a verse, igualmente, que Ocampo le cobrará al Gobierno saliente haberle dejado lo que llama el chicharrón de la responsabilidad del alza de la gasolina para cubrir el inmenso hueco de 14 billones del fondo de estabilización de precios de los combustibles.

Pregunto: ¿qué habría pasado si el Gobierno Duque hubiera comenzado a subir la gasolina como desgraciadamente toca y comienza a hacerlo, pero en medio de las marchas o de la campaña presidencial? Pues que Petro habría sido el primero que habría intentado tumbarlo. Hoy será a quien le corresponde tomar, en cabeza de su ministro de Hacienda, esa tremenda y dura responsabilidad que desde luego no les va a gustar a los colombianos.

En SEMANA, Ocampo también aclaró, al contrario de lo que algunos le señalan, que él no es el causante del desplome del Upac, porque en el momento de la catástrofe no estaba en el Gobierno y tampoco en el Banco de la República cuando se tomó la decisión de soltar las tasas de interés, que resultaron absurdas y quebraron a la gente que pagaba su casita con Upac.

Y en cuanto a otro señalamiento que se le hace, de si fue asesor del presidente chileno Gabriel Boric, tiene el doctor Ocampo una respuesta bien curiosa. “No conozco a Boric, pero cuando un expresidente colombiano fue a Chile y apoyó al candidato, llamémoslo pinochetista (no se sabe a quién se refiere, por cierto, si a Pastrana o a Uribe), los sectores de centro, con los cuales tengo amistad, dijeron ‘necesitamos un colombiano que haga una declaración a favor del presidente Boric’, y yo lo hice”. O sea, Ocampo recomendó a Boric sin conocerlo, curioso, ¿no?

Pues ese es el ministro que hoy tienen en Colombia la sartén por el mango y una ñapa sobre un nuevo nombramiento muy interesante, el de la dramaturga Patricia Ariza en el Ministerio de Cultura. Me recuerda a quien fuera cofundador con ella de una pieza muy importante de la cultura nacional, el Teatro La Candelaria, que marcó toda una época, el inolvidable amigo Santiago García, que ojalá la inspire desde donde quiera que esté