Debido a las nuevas condiciones laborales que se han impuesto por la pandemia y las restricciones de movilidad que existen actualmente, en el Congreso de la República hace trámite un nuevo proyecto de ley que busca definir unas condiciones generales para el trabajo en casa.

Este articulado, que tiene como ponente al senador Carlos Fernando Motoa, ya avanzó en sus primeros debates en comisiones séptimas conjuntas, por lo que solo falta el trámite en plenarias de Senado y Cámara. En esencia, busca que se pueda regular la modalidad de trabajo en casa, inexistente hasta el momento en la legislación colombiana. Así mismo, que se pueda diferenciar del teletrabajo.

“No hay ley de la República que garantice los derechos, los deberes, las garantías, prerrogativas que tienen los trabajadores cuando adelantan el trabajo remoto, lo que llamamos el trabajo en casa. Así que esta norma es fundamental”, comentó el senador de Cambio Radical.

Carlos Fernando Motoa | Foto: SEMANA

Según se estipula en el proyecto, el trabajo en casa tiene diferencias sustanciales con el trabajo remoto que deben ser diferenciadas. Por ejemplo, en la modalidad de trabajo en casa el empleador tendrá el compromiso de entregar las herramientas y elementos que el empleado necesite para desempeñar su labor. Otra diferencia es que el teletrabajo contempla solo funciones a través de elementos tecnológicos, mientras que el trabajo en casa puede no requerirlos.

Así mismo, se busca establecer límites a la jornada laboral, una queja constante de los trabajadores en medio de la pandemia, quienes han dicho que en algunos casos han trabajado jornadas más extensas.

Una de las diferencias sustanciales con el teletrabajo es que no se establece pago por horas extras, recargos nocturnos o dominicales. También se contempla en el proyecto amparar el descanso al que tiene derecho el empleado en licencias, permisos o vacaciones.

Dentro del texto se define “como trabajo en casa la habilitación al servidor público o trabajador del sector privado para desempeñar transitoriamente sus funciones o actividades laborales por fuera del sitio donde habitualmente las realiza, sin modificar la naturaleza del contrato o relación laboral respectiva”.

Uno de los artículos que se eliminó de este proyecto por la coyuntura de la pandemia fue uno en el que se establecía que luego de 3 meses de trabajo en casa se podría ajustar la modalidad a teletrabajo. La razón fue que mientras sigan las condiciones actuales no tiene sentido establecer estos tiempos.

Este articulado también estipula que sea el empleador quien suministre al empleado los equipos, sistemas de información, software o materiales necesarios para el desarrollo de la función o labor contratada.

Desde el Gobierno están interesados en que ambos proyectos puedan aprobarse pronto, por lo cual tienen mensaje de urgencia e incluso han dispuesto funcionarios que trabajan de la mano con los equipos legislativos.

A finales del año pasado, cuando el proyecto fue aprobado en comisiones conjuntas, el ministro del Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, manifestó que “todos los derechos de los trabajadores se respetan. En esta habilitación, de ninguna manera se pueden violentar cambiar el contrato de trabajo y se respetan derechos adquiridos. En cuanto a la forma en que se realizará el trabajo en casa, primará el acuerdo entre las partes”.

La condición para que finalmente puedan convocar a sesiones extra para sacar adelante ambos proyectos es que la ponencia de la reforma a la salud con las nuevas modificaciones quede radicada en las secretarías a comienzos de la próxima semana.

De no ser así, lo más probable es que la discusión de estos proyectos comience el 16 de marzo cuando arranquen en firme las nuevas sesiones de este periodo legislativo, luego de varios meses de pausa por parte de los congresistas.