La senadora María Fernanda Cabal no deja de sorprender. A escasas semanas de que el Centro Democrático escoja el candidato presidencial único que, seguramente, competirá internamente en una consulta de derecha, la congresista se despachó en contra de la mayoría de sus compañeros de bancada.

Lo hizo sin rodeos, en una conversación en Twitter en la noche de este domingo denominada ‘¿Cuál debería ser el candidato de los uribistas?’. De entrada, Cabal se refirió por primera vez a la polémica carta del grueso del Centro Democrático que respaldó la candidatura del exministro Óscar Iván Zuluaga. “La carta hizo daño, yo no hice mayor referencia a ello. Lo hizo más Paloma (Valencia), pero el oficio, si lo lee uno entre líneas, es ofensivo. Es como decir ustedes no sirven, solo sirve Óscar Iván”.

La senadora recordó que es amiga personal de Zuluaga, además de su familia. “No voy a pelear con él por política, pero los congresistas creen que tienen un poder que no tienen”, resumió.

“Empezando porque somos una bancada de 52 a la que el país solo conoce a cinco, si es que los conoce. Puedo decirles con claridad que estamos Paloma Valencia y yo porque vivimos siendo combativas, enfrentando a la maldad. El resto, los 52, son una vergüenza. Uno debería tener por lo menos de los 52 unos 20 combatientes. Cómo hace el partido político Vox, eran poquiticos, ya crecieron en esta elección. Yo quisiera una bancada que de verdad entendiera que tiene que hacer activismo permanente”.

Reconoció además que la izquierda ideológica “tiene poquiticos, pero se juntan. Y vieran la maldad porque la maldad es parte de su esencia, la de nosotros es luchar por el bien común. Nosotros sí sabemos que la civilización solo se afinca con principios y valores que no pasan de moda, como le digo yo a los mamertos”.

Durante el encuentro de uribistas, Cabal afirmó que el actual es un uribismo distinto “porque nosotros ya maduramos, ya crecimos. Si bien Uribe es un caudillo y este es un partido caudillista, nosotros ya entendimos qué es lo que nos gusta y qué no nos gusta”.

El pronunciamiento de Cabal no cayó bien entre la bancada de Centro Democrático porque, entre otras cosas, desnuda las divisiones internas que está viviendo el partido del expresidente Álvaro Uribe.

Recordemos que Cabal hace parte del grupo de congresistas y dirigentes distantes a la Casa de Nariño y a las políticas del presidente Iván Duque, una posición que la ha llevado a tomar distancia del resto de sus compañeros con más disciplina de partido.

Aunque el estilo de la senadora gusta entre algunos sectores de la derecha radical del partido, incluso al propio expresidente Álvaro Uribe no le disgusta su forma, seguramente le pasará factura en la escogencia del candidato presidencial único en las próximas semanas porque la bancada mueve a gran parte de las bases que tendrán la tarea de escoger.

Y es que la precandidatura de Cabal incomoda a algunos de sus compañeros. Además de las críticas de la congresista a Iván Duque, tampoco gustó al interior del uribismo que Juan José Lafaurie, su hijo, reconociera públicamente en SEMANA que no pertenece al Centro Democrático, que el partido no es el mismo que fundó el expresidente Uribe, y por tanto, él aceptó la credencial del Partido Conservador.

Pero más allá de eso, la senadora se convirtió en una figura importante de la extrema derecha. Uribe le aconseja frente a su campaña, en la más reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría se ubicó por encima de Óscar Iván Zuluaga, y si no termina de precandidata, ocupará los primeros lugares de la lista al Senado por el Centro Democrático.