Una triste y desgarradora noticia sacudió a la comunidad de Bosa Linda, en el suroccidente de Bogotá, cuando un niño de tan solo siete años perdió la vida debido a las heridas que sufrió en un ataque sicarial. El lamentable incidente tuvo lugar la noche del pasado domingo, dejando una estela de conmoción y tristeza en la localidad.
Los hechos se desencadenaron este domingo cuando un grupo de delincuentes, presuntamente vinculados a un caso de extorsión, emprendieron un ataque contra el conductor de un colectivo de transporte informal. El conductor, un joven de apenas 19 años identificado como Juan Camilo Castro Céspedes, fue víctima de la violencia sin piedad de los sicarios.
El trágico suceso ocurrió alrededor de las 9:30 de la noche, cuando el joven conductor realizaba su servicio de transporte en un colectivo tipo van, que se dedicaba al transporte de pasajeros en esa zona de la ciudad. Testigos en el lugar de los hechos informaron que los agresores abordaron al conductor en moto y, sin mediar palabra, dispararon varias veces, cobrándose la vida de Juan Camilo.
La respuesta de los organismos de socorro fue inmediata, y el conductor herido fue trasladado a un centro médico en un intento por salvar su vida. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, se confirmó su fallecimiento debido a las graves heridas provocadas por los disparos.
El ataque no solo dejó una víctima mortal, sino que también afectó a un inocente niño de siete años y a su madre. El menor resultó gravemente herido en la zona abdominal, mientras que su madre sufrió una herida en el hombro. Ambos fueron trasladados al Hospital de Kennedy, donde recibieron atención médica urgente en un intento por salvar sus vidas, aunque, lamentablemente, el pequeño de siete años falleció este martes.
En medio de esta tragedia, la pérdida de un niño de tan solo siete años es especialmente desgarradora. La comunidad llora la partida de un inocente que se convirtió en víctima de la violencia que aqueja a algunas zonas de la ciudad.
Según algunas fuentes, este ataque podría estar relacionado con extorsiones perpetradas por grupos delincuenciales que buscan tomar el control de las rutas de transporte informal en la zona. Estos grupos criminales han estado operando en el sector y presionando a los conductores de vehículos informales para pagar sumas de dinero bajo amenaza de violencia.
Las autoridades han expresado su compromiso en esclarecer este caso y llevar ante la justicia a quienes perpetraron este acto violento. La escena del crimen estuvo acordonada durante más de tres horas, mientras los investigadores recopilaban pruebas y testimonios para dar con el paradero de los responsables de esta atrocidad.
Según las autoridades, la banda dedicada a la extorsión en la zona fueron quienes anteriormente intimidaban a conductores en la localidad de Kennedy, pero que posteriormente se trasladaron a ese punto de la ciudad para seguir con sus actos delincuenciales y tomarse el control de las rutas y la operatividad de los vehículos informales.