El jueves 2 de mayo, la Universidad Nacional volvió a ser epicentro de vandalismo. Encapuchados irrumpieron nuevamente en el campus de Bogotá y arremetieron contra los allí presentes, enfrentándose contra la fuerza pública, causando daños materiales y desatando el pánico entre la comunidad estudiantil.

La ola violenta surgió en rechazo a la posesión de José Ismael Peña como nuevo rector de la institución. Según critican sus detractores, la designación fue ilegítima.

Tras los violentos actos que, entre otros, dejaron daños como el incendio en la estación de TransMilenio de Ciudad Universitaria, el centro educativo se pronunció en un comunicado oficial y condenó los hechos.

“La vicerrectoría de sede condena enérgicamente los graves hechos de violencia acontecidos en la Ciudad Universitaria durante la tarde de hoy (jueves 2 de mayo), perpetrados por individuos encapuchados. En este escenario, se presentó el ingreso de artefactos explosivos y de elementos como candados y cadenas para el bloqueo de algunos edificios del campus. Adicionalmente, se dio el hurto de combustible en la sección de transportes y de elementos de soldadura de la sección de mantenimiento, los cuales fueron utilizados en los disturbios”, expuso la institución.

Para la Unal, “es lamentable que los bienes fiscales del campus, orientados al cumplimiento del servicio público de educación, aprendizaje, investigación e intercambio de ideas estén siendo vandalizados, como fue el caso de las instalaciones de las divisiones de Registro y de Vigilancia y Seguridad, mientras se mantiene el bloqueo del edificio administrativo Uriel Gutiérrez y la Unidad Camilo Torres”.

Encapuchados prendieron fuego dentro de una estación de TransMilenio. | Foto: Suministrada

Los actos violentos también dejaron heridos a dos funcionarios que hacen parte del esquema de seguridad del campus. “Es a todas luces inadmisible”, apostilló la vicerrectoría de la Universidad Nacional.

La institución de educación superior finalizó su pronunciamiento precisando que mantendrá el apoyo de la Personería de Bogotá y de la Defensoría del Pueblo. Así mismo, hizo una llamado “al respeto por la vida y la integridad de las personas”.

“Era mi deber”

A pesar de la polémica, el rector José Ismael Peña se pronunció y defendió su posición en el cargo.

“El 2 de mayo de 2024, tomé posesión del cargo de rector de la Universidad Nacional de Colombia, en vista del riesgo al que nos enfrentábamos, jurídico e institucional, en cuanto a que la universidad podía quedar acéfala (...). Era mi deber como rector reglamentariamente designado garantizar la continuidad del servicio público de la educación superior, la investigación y los proyectos comprometidos con las comunidades del país con la universidad”, dijo.

José Ismael Peña, rector de la Universidad Nacional. | Foto: Universidad Nacional

Luego, continuó: “Teniendo en cuenta que la decisión del Consejo Superior Universitario ya fue tomada y expresada en acta, debidamente aprobada por la mayoría de los miembros -y en caso de que quien tiene la función de firmarla no lo haga-, la ley ordena un procedimiento para que la universidad pueda funcionar adecuadamente. Según la norma, yo tenía el deber de posesionarme a más tardar el día en que debía a entrar a ejercer el cargo. No tengo justa causa para demorar la posesión y asumí mi responsabilidad ante el país”.