El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) realizó un operativo contra el grupo de delincuentes que amenazó con realizar un plan pistola si de lo contrario no los trasladaban de la cárcel de Palogordo en el municipio de Girón, Santander.

“Estos internos fueron puestos en una unidad de protección especial para tener más seguridad y que no se repitan estos actos de indisciplina. También serán sancionados por parte de la dirección del establecimiento después de hacer un proceso disciplinario por tener elementos de prohibida tenencia”, señaló una fuente del Inpec a SEMANA.

Lo cierto es que las autoridades actuaron a tiempo y lograron aislar a estos sujetos sin mayores inconvenientes y estarán en máxima alerta ante cualquier otro hecho que ponga el peligro la integridad de los presentes.

Operativo en la cárcel Palogordo. | Foto: Fragmento de video - Inpec

Amenaza

En el fragmento se observa a siete delincuentes entre ellos un hombre conocido como alias Cofla, quien lanzan serias advertencias al director de la penitenciaría 26, donde le da a conocer el panorama que ellos viven en sus celdas.

En el fragmento se observa a siete delincuentes entre ellos un hombre conocido como alias Cofla. | Foto: Fragmento de video tomado de Twitter

“Nos han tenido en diferentes patios y en los peores en los cuales no deberíamos estar, nos están inrrespetando las normas. A Pluma si no se le paga la extorsión para poder vivir, nos coge y nos puñalea”, señaló el sujeto.

Es por ello que ante esa situación exigen que sean trasladados de dicha cárcel o de lo contrario se multiplicarán los homicidios en el norte del Tolima, sin contar otras regiones como Huila, Barrancabermeja, Cartagena, Antioquia, entre otros.

“Vamos a empezar con el plan pistola, es más, detállese de lo que va a pasar en la cárcel de Cartagena para empiece a creer. Señor presidente de la República, dese cuenta de que los más corruptos acá son el director de la 26 y el director de este establecimiento, quienes extorsionan a los presos”, finaliza el video.

Este hecho revive el video amenazante del también recluido Ober Ricardo Martínez Gutiérrez, más conocido como el Negro Ober, quien es acusado de ser el máximo cabecilla de la organización criminal Los Rastrojos Costeños.

Alias Negro Ober, señalado cabecilla de los Rastrojos Costeños en Barranquilla | Foto: INPEC

Este criminal ya ha pasado por cuatro centros de máxima seguridad del país en los que ha logrado tener todo tipo de beneficios. El video fue grabado en la cárcel de Palogordo, en Girón, donde amenazó a comerciantes y policías de Barranquilla por la captura de su esposa Julieth Vanessa Martínez Cantillo, alias Johana o Vanesa. Tomándose un plato de sopa desde su celda y fumándose un cigarrillo de marihuana el hombre lanza todo tipo de amenazas. Teniendo en cuenta su peligrosidad las mismas prendieron todo tipo de alarmas.

“A mi mujer no la van a pagar por los actos míos, yo pago y me hago responsable de mis actos; mi mujer no tiene nada que ver en nada”, dijo y enseguida agregó: “Se murió el fiscal (Marcelo) Pecci, también se puede morir cualquier fiscal. Estoy decidido hacer lo que sea, o me sueltan a mi mujer o acabo con todo, que Dios los bendiga”.

Así mismo, este sujeto sostuvo que ahora los fiscales debían usar chalecos antibalas y buscar protección. No obstante, las amenazas no solo fueron para los funcionarios de la Rama Judicial, alias Negro Ober también aseguró que tomará represalias contra la Policía, comerciantes y la población del Atlántico en general. “Si a la Fiscalía no le importa coger a la gente inocente mía, como mi esposa, a mí tampoco me va a importar matar los policías. Les voy a matar comerciante por comerciante en San Martín, Bogotá, Villavicencio, Soledad y Barranquilla”.

En el video, en el que aparece portando anillos y cadenas de oro, advirtió que “lo que está quieto se deja quieto. Si ustedes se meten con gente inocente, yo también me meto con gente inocente y van a ser los comerciantes, me las van a pagar. Ahí van a llorar”.

Sin embargo, finalmente este delincuente fue trasladado a la cárcel de alta y mediana seguridad de Popayán, donde constantemente le realizan requisas para verificar que tomo marche en orden.