Este miércoles 28 de febrero arranca formalmente el proceso de demolición del edificio Aquarela en Cartagena, un inmueble que se levantó en las inmediaciones del Castillo de San Felipe de Barajas y que fue calificado por la Unesco como una amenaza para el patrimonio histórico y cultural de la ciudad.
Según los planes del distrito, la caída del proyecto de vivienda será progresiva, se extenderá por seis meses y tendrá un costo de once mil millones de pesos. Todo esto estará a cargo de la Empresa de Desarrollo Urbano de Bolívar, quien subcontrató a la compañía Atila, la que ha derrumbado grandes estructuras en Medellín.
Aunque este miércoles no se removerá ni un solo ladrillo, la Alcaldía informó que es la hora cero del desmonte. Esto está justificado con el trámite legal que adelantará a tempranas horas la Inspección de la Policía para tomar el control del terreno y, posteriormente, cederlo a las autoridades de la ciudad.
“Llegará el inspector de Policía a hacer el secuestre de la obra. Es allí donde comenzará la primera fase de alistamiento para el desmonte. Se asegurará el área, se hará la socialización de la intervención con los vecinos del sector y la evaluación e inventario del edificio”, detalló el mandatario Dumek Turbay.
Las maniobras se hará piso por piso, dadas las complejidades del terreno sobre el que fue levantado el edificio y los altos riesgos que correrían las obras del patrimonio de los cartageneros que, después de un intenso debate y confrontaciones legales, perderán de vista este año al problemático Aquarela.
Si bien la plata para la intervención saldrá de las finanzas públicas, la administración está dispuesta a dar una batalla jurídica en el futuro para que la promotora y la Constructora 47 de la obra saquen el dinero de su propio bolsillo para subsanar la inversión. De manera preliminar, todo costaría once mil millones de pesos.
“Tenemos todo preparado, jurídicamente, para cobrarles lo invertido a la promotora y Constructora, desarrolladora del irregular proyecto, responsables de todo este suceso. Y a los compradores de buena fe, serán aquellos quienes tendrán que responderles, ya que fueron negocios entre particulares”, agregó Turbay.
A tempranas horas de este miércoles, la Oficina Asesora para la Gestión del Riesgo del Desastre de Cartagena instaló el puesto de mando unificado para hacerle seguimiento a la restitución de los 619,59 metros cuadrados de espacio público que el edificio Aquarela ocupaba de forma irregular.
“Se diseñarán estrategias coordinadas con el fin de asegurar la seguridad operativa, cumplir lo establecido en la ley 1523 de 2012 y facilitar la comunicación fluida entre todas las partes implicadas. Además, se implementarán protocolos de emergencia y se realizará un seguimiento continuo”, comentó el distrito.
Los esfuerzos también se han concentrado en darles tranquilidad a los vecinos de este inmueble: “Se han visitado más de 42 familias, incluyendo a los residentes de la urbanización La Española y la Universidad Rafael Núñez, con el propósito de explicarles la técnica utilizada en este proceso de demolición y ofreciéndoles una línea directa de WhatsApp (317 5030465) para obtener más información y reportar emergencias en caso de ser necesario”.