SEMANA: Usted ha sido acusado por algunas personas de ser uno de los principales responsables del racionamiento. ¿Por qué no se había proriunciado al respecto? LUIS FERNANDO VERGARA: Como miembro del gabinete que fui de este Gobierno y entendiendo que es al ministro a quien corresponde pronunciarse al respecto consideré en un comienzo que no era prudente intervenir en el debate. En este momento, sin embaro, y con el ánimo de profundizar en el análisis de la situación y contribuir a la búsqueda de soluciones, pienso que la opinión pública debe conocer mi punto de vista.SEMANA: Casi todos los colombianos están convencidos de que hubo una gran imprevisión en el manejo del problema. ¿Qué piensa usted al respecto? L.F.V.: La información que teníamos en el Ministerio, hasta la fecha de mi retiro, no evidenciaba posibilidad alguna de que se iba a presentar un verano tan intenso como el actual, que no tiene antecedentes en el país en los últimos 40 años. Y no vislumbrábamos la posibilidad de un racionamiento en ese momento. Esa es la realidad. Es más, en julio y agosto se presentaron vertimientos en Chivor y en septiembre en Betania. Si bien la hidrología aterior no había estado a los niveles historicos, en ese momento dichos embalses superaban tales niveles, razón de más para no estar pensando en la posibilidad de un racionamiento.SEMANA: En los documentos del Conpes del año pasado se habla permanentemente de la sobreinstalación del sector. ¿En que nadie sabía lo que estaba pasando? L.f.V: La verdad es que el sistema tiene una capacidad instalada de 8.200 megavatios y la máxima demanda pico apenas supera los 6.000. Lo que quiere decir que si hay agua hay excedentes. Tanto que buena parte del año pasado estuvimos concentra dos en un problema institucional que tiene que ver precisamente con el manejo de esos excedentes: la naturaleza de ISA. Porque ISA, que se conformó para manejar la interconexión, construyó posteriormente su propios proyectos y se convirtió en un generador y un vendedor de energía. Pero por convenios internos no podía venderle energía sino a las empresas socias y éstas tenían sus mercados. O sea que ISA no tenía la posibilidad de asegurar la colocación de sus propios excedentes, y eso le estaba trayendo serios problemas financieros. Con el agravante de que al interior de ISA las empresas que tenían más del 25 por ciento de propiedad tenían un poder de veto sobre cualquier decisión. Por eso, y dado que una de las formas de ir arreglando los problemas del sector consistía en disminuir el endeudamiento el Gobierno asumió parte de la deuda, pero no a título gratuito, sino a cambio de acciones de ISA. Y tomó la propiedad de ISA con el fin de ponerla en igualdad de condiciones con las otras empresas del sector.SEMANA: Pero ya desde el año pasado se sabía que los embalses estaban por debajo de sus niveles históricos.L.F.V: Si bien es cierto que la hi drologia del año pasado fue inferior a los promedios históricos y los embalses disminuyeron, de todas maneras se contaba con suficiente agua, siempre y cuando estuvieramos frente a una temporada seca como las que habian existido anteriormente. Y por eso nadie pensaba que pudiera haber racionamiento. Pero el verano fue tan intenso que los embalses resultaron insuficientes. Se ha calculado que la diferencia de hidrologia de este verano con las temporadas secas tradicionales es del orden de 7.000 gigavatios. Y si se tiene en cuenta que el racionamiento en estos tres meses equivale solamente a 700 gigavatios es claro que la causa principal del racionamiento es el verano.SEMANA: ¿Y por qué no se hizo un gran esfuerzo para incrementar la generacion en las plantas térmicas? L.F.V:Por razones distintas, pero se hizo. El gran problema que tuvo el Gobierno el año pasado fueron los atentados terroristas a las torres que llevan la energia del interior a la costa. Y la gran preocupación, dado que la costa no es autosuficiente en materia de electricidad, fue tratar de garantizar esa suficiencia. Por eso se iniciaron, desde el año pasado, los planes de emergencia destinados a rehabilitar las térmicas. El esfuerzo fue tan grande esto lo pueden ratificar en Corelcaque el parque térmico a vapor se recuperó prácticamente todo. Quedaron por reparar una unidad de Termobarranquilla de 66 megavatios y hubo un daño en Cartagena por causas que na fueron muy claras y una unidad que ya se había reparrado se volvió a dañar. Hubo, ademas; algunos mantenimientos que se atrasaron, de octubre para acá, pero por problemas laborales. No porque hubiera habido imprevisión a negligencia.Por ,otro lado, se apropiaron los fondos para poder contratar la recuperación de 55 megavatios en turbinas de gas. Ese contrato se firmó el año pasado y está en ejecución. La linea de interconexión con Venezuela, además, no estaria hoy en ejecución si no hubiéramos conseguido un crédito con Intercor para poder financiar la linea en si. El proyecto estaen construcción gracias a ese crédito puente. Porque el crédito del BID todavia no ha sido aprobado. Lo que quiere decir que aún sin visualizar el problema del racionamiento estábamos trabajando en la dirección correcta.SEMANA: ¿ Y qué pasó con el traslado de la planta de Chinú? L.F.V: Apenas nos dimos cuenta de que no había gas donde estaba la planta, que tenía más de seis años sin funcionar, nos pusimos en la tarea de conseguir su traslado. Eso no fue fácil, porque hubo gran oposición, tanto en Bolívar como en Córdoba y en Sucre. Sin embargo, el Gobierno tomó la decisión. Pero como había problemas de recursos nos tuvimos que inventar un mecanismo consistente en abrir una licitación para que las unidades pudiesen operar bajo el sistema de concesión: licitamos el traslado, la reparación, el montaje y la operación por siete años en un mismo paquete, a cambio de una tarifa. O sea que a pesar de no tener los medios encontramos un mecanismo para hacer las cosas. Y esa licitación ya fue adjudicada.SEMANA: Hay un problema que parece muy técnico, pero al que algunos críticos atribuyen buena parte del problema: la tarifa de racionamiento. Al parecer, ésta era muy baja y ello explica en gran medida la caída de los embalses.L.F.V: La tarifa de racionamiento es una señal dentro del modelo matemático que se utiliza para tomar las decisiones de generación y hace parte de lo que yo llamo las reglas de comercialización del sector. Esa tarifa debe ser alta para que en el momento en que los embalses lleguen a un cierto nivel, la energia adicional se vuelva más costosa y sólo sea racional desembalsar el agua si alguien paga esa tarifa. Ese tema se trató el año pasado, pero no pensando en que iba a haber un racionamiento, sino dentro de la definición de las reglas de comercialización.De todas formas, si uno coge el modelo del sector e introduce desde la época del invierno hacia acá la tarifa de racionamiento que se estableció en diciembre, y hace el cálculo, la menor generación térmica por ese concepto no supera los 100 gigavatios. Y eso no hubiera evitado el racionamiento. Pero ese es un debate que hay que hacer y que hace parte de los problemas estructurales del sector. Es más, en el proyecto de ley eléctrica que cursa en el Congreso se contempla que esa tarifa sea establecida por ley.SEMANA: Si 105 modelos del sector son tan buenos, eso quiere decir que Sí hubo negligencia.L.F.V: NO, no creo que haya habido negligencia. Ni siquiera imprevisión, porque como lo dije antes, nadie podía sospechar la magnitud del verano. Lo que sí es cierto es que esta situación nos debe servir de experiencia hacia el futuro en el sentido de construir algo más sólido para que esto no nos vuelva a suceder.