La compañía de servicio de películas y programas de televisión vía internet lanzó el lunes una ofensiva comercial para ingresar en Latinoamérica, un mercado considerado crucial para el crecimiento continuo de la compañía tras reveses recientes en Estados Unidos. "Lo que Netflix busca hacer es conectar al mundo para proporcionar el contenido del mundo a los ciudadanos del mundo", dijo su director general Reed Hastings al inaugurar el servicio en Brasil. Netflix comenzará a operar el miércoles en Argentina, Paraguay y Uruguay, y en una semana más se expandirá a Bolivia, Centroamérica y el Caribe, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Venezuela. La medida trae consigo desafíos no vistos en los mercados base de Netflix: Estados Unidos y Canadá. El porcentaje de hogares con internet de banda ancha es mucho menor en Latinoamérica que en Estados Unidos y las velocidades de descarga de datos son menores. La piratería de películas en la región es de las más extendidas del planeta, lo que significa que muchos consumidores pueden adquirir un DVD o un disco compacto con las cintas más recientes por menos de un dólar. Además, poca gente en la región conoce la marca Netflix y en el caso de Brasil ya enfrenta un competidor local. "Esto simplemente no funcionará en Ecuador o Costa Rica o incluso México como lo ha hecho en Estados Unidos", dijo el analista Michael Pachter de Webbush Securities. "Va a depender de cuántos hogares tengan acceso de banda ancha y de cómo sea la calidad del contenido". Sólo el 20% de los 42 millones de usuarios de internet en Brasil tienen una velocidad de conexión superior a los 500 kilobytes por segundo, de acuerdo con un informe difundido en mayo por la agencia encuestadora Ibope Nielsen Online. Para bajar películas en línea se requiere una velocidad mínima de alrededor de 800 kilobytes por segundo. Los suscriptores de Netflix en toda la región podrán ver programas de televisión y películas bajadas de internet a una amplia variedad de aparatos. En Brasil se ofrecerá tanto contenido extranjero como local, con algunos títulos doblados al portugués, español o inglés. Los usuarios también podrán optar por verlas con subtítulos. El servicio en Brasil costará 14,99 reales por mes (aproximadamente nueve dólares) y los nuevos suscriptores podrán disfrutar el servicio gratis durante el primer mes. En Estados Unidos la suscripción para recibir el servicio en línea vale ocho dólares mensuales y los clientes pueden pagar un poco más para recibir DVDs por correo. La compañía con sede en Los Gatos, California, intenta apaciguar a los suscriptores molestos por un incremento de precio de hasta el 60% en planes que conjuntan el servicio de video en internet y la renta de DVDs. Además, se esfuerza por llenar un vacío grande potencial en su videoteca a partir de marzo si pierde los derechos de difundir películas y programas de televisión de Starz Entertainment, parte de Liberty Media Corp. Las conversaciones para renovar el acuerdo entre ambas compañías se vinieron abajo la semana pasada. AP