Oculta entre la hierba, con las plumas de sus alas cortadas y una herida en su ojo izquierdo, el hijo de Simón Rayo, un campesino de la vereda Mesa de Pole en el municipio de Ataco (Tolima), encontró una enorme águila crestada (Spizaetus isidori).  El ave rapaz, que puede alcanzar a medir entre 64 y 74 centímetros de largo en su edad adulta, estaba indefensa. Al percatarse de su presecia cuando se dirigía a mirar las dos vacas con las que cuenta su familia en la finca El Palmar, el menor se asustó por el gran tamaño del animal. Optó entonces por llamar a su mamá, quien, a su vez, le contó a su padre. 

Luego llegaron unos vecinos, que señalaron que había que matar al ave porque supuestamente "se devora a la gente". Simón estaba sorprendido por la presencia del águila. "La verdad esta especie no la habíamos visto por acá, ya que este animal solo lo vemos por televisión", sostuvo.  Al ver que necesitaba ayuda y en contra de la opinión de sus vecinos, decidió llamar a la Alcaldía de Ataco, donde de inmediato se pusieron en contacto con los profesionales de la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima) para que atendieran el caso.  Le sugerimos: Deforestación aumenta el riesgo de extinción del águila crestada en el país “Cuando realizamos la valoración se evidenció que el animal presentaba cortes en sus plumas principales en ambas alas, un daño en el ojo izquierdo y, al parecer estaba domesticada, ya que era dócil y no presentaba comportamiento defensivo”, apuntó Diego Castro Neira, veterinario de Cortolima.

El ave no podía volar debido a que le fueron cortadas las plumas principales de sus dos alas. Foto: Cortolima.  El águila juvenil había llegado caminando hasta la finca al no poder volar. Rápidamente se procedió al traslado del ave al centro de atención y valoración de fauna silvestre, donde fue revisada y le realizaron exámenes clínicos y biológicos para determinar el mejor proceso para su recuperación y futura liberación. Le recomendamos: Denuncian incremento de ataques a aves con armas de aire comprimido Simón espera que el águila pueda recuperarse y volver a donde pertenece. "A los animales no hay que irlos extermiando porque sí, hay es que mirar cómo los preservamos, cómo los ayudamos para que en un mañana ellos se reproduzcan, ya que de eso depende el medioambiente y nuestro sobrevivir. Al igual que esta águila, existen especies que tal vez no volvamos a ver y por esa razón no hay que matarlas ni capturarlas", expresó. 

Se calcula que no hay más de mil ejemplares en el mundo de águilas crestadas. En Colombia la caza de gallinas es su principal causa de muerte. Foto: Cortolima.  Y Simón tiene razón, ya que el águila crestada, que se puede encontrar desde Argentina hasta Venezuela, hace parte de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que la cataloga como una especie En Peligro de extinción por cuenta de amenazas como la caza indiscriminada, la pérdida de su hábitat por la deforestación y los conflictos con los humanos. Se calcula, de hecho, que no existen más de 1.000 ejemplares en el mundo. Le puede interesar: EN VIDEO: Así es el tesoro alado de Colombia Esta rapaz se alimenta de monos lanudos y maiceros, puercoespines, coatíes (Nasua nausa y Nasuella olivacea), ardillas, zarigüeyas y otros mamíferos arbóreos de tamaño pequeño a mediano. También hay registros de que algunas aves grandes, como las pavas de monte, hacen parte de su dieta.    Sin embargo, ante la reduccion del bosque y la desaparición de algunos animales que formaban parte de su sistema alimentario, han optado por cazar gallinas, situación que ha incrementado los conflictos con los humanos que las matan para defender sus galpones.  Tradicionalmente vive en zonas montañosas donde predominan los bosques tupidos y la selva.