En una imagen icónica para la historia política del país, este lunes 2 de septiembre los partidos de oposición al Gobierno hicieron uso del derecho a la réplica para hablar del reciente golpe que recibió el proceso de paz firmado con las Farc y que corrió por cuenta del anuncio del rearme de Iván Márquez y otro grupo de antiguos exjefes de esa guerrilla.Quien lideró esa réplica, en respuesta a la alocución del presidente Iván Duque, fue precisamente Rodrigo Londoño, más conocido como Timochenko, otrora jefe de ese grupo subversivo, pero que ahora desde la legalidad y al frente del partido político Farc, tomó la palabra rodeado por los dirigentes de otras colectividades.“Colombianos y colombianas. Conocidas las imágenes en las que un reducido grupo de antiguos mandos de lo que fueron las FARC-EP, le anuncian al país su decisión de regresar a las armas, y la posterior reacción del Gobierno Nacional, los partidos declarados en oposición, nos unimos al clamor nacional de rechazo a la decisión tomada por este grupo de personas”, ratificó Timochenko. Una posición que había lanzado días atrás en medio del escándalo por el rearme de sus antiguos camaradas.Seguidamente reconoció que ese acto “(…) constituye una violación de los compromisos pactados en el Acuerdo de Paz. Los probados incumplimientos del Estado, no pueden ser respondidos con otros incumplimientos”, argumentó.A lo largo de su exposición se le notó un tono conciliador que mantuvo con frases elogiosas al proceso de paz. Sin embargo, Timochenko dedicó un espacio para rechazar las declaraciones dirigidas a aprovechar la situación para llamar al incumplimiento de lo pactado por el Estado colombiano con la insurgencia. Tras la divulgación del video de Iván Márquez, por ejemplo, el senador del Centro Democrático, Álvaro Uribe, pidió desmontar los acuerdos de la Constitución.El vocero de la oposición también aprovechó la alocución para enviarle un mensaje a sus excombatientes que aún le apuestan a la paz, recordándoles que, “a todas estas voces y expresiones de paz debemos enviarles un mensaje claro y preciso: Los que queremos la paz somos muchos más y tenemos la obligación de no desfallecer".El jefe del partido político Farc hizo un balance de las voces de apoyo que recibió el proceso de paz en medio del escándalo por el rearme de Márquez, Santrich y el Paisa, entre otros. Recordó que un 95% de exguerrilleros que permanecen firmes con la paz y agradeció a los sindicatos, partidos, liderazgos sociales, defensores de derechos humanos y gremios por ser el "reflejo del país nacional que anhela la concordia”.Sumado a ello, insistió en la importancia del tema presupuestal para cumplir con lo pactado, “no se trata solamente de ofrecer certezas para la reincorporación socioeconómica y política de los exguerrilleros; el Acuerdo es ante todo, una ruta para una paz estable y duradera a nivel territorial, mediante la puesta en marcha de la Reforma Rural Integral, la reforma política, incluidas las 16 curules para las víctimas, en la Cámara de Representantes”.Insistió en “las garantías ciertas de seguridad para el ejercicio político de los exguerrilleros y los líderes sociales; el desmonte del paramilitarismo; así como el cumplimiento a las más de 90.000 familias que se comprometieron con la sustitución voluntaria de los cultivos de uso ilícito.Para el líder del partido Farc es el derecho de las víctimas a la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición lo que obliga por igual a las partes firmantes, sumado a que la sociedad colombiana y la comunidad internacional estará pendiente de su cumplimiento. “Cualquier intento por alterar los acuerdos en materia tan delicada, contará con su seguro rechazo”. Por esa razón enfatizó en que la implementación del acuerdo solamente estará garantizada, “si en el presupuesto nacional se asignan los recursos suficientes para su materialización. Nadie entiende que para la guerra resulten recursos inmediatos, mientras se regatea cada peso que se destina a la construcción de la paz”.Timochenko finalizó su discurso con una reflexión, “la unidad de los colombianos, sin distinciones, debe darse en torno al noble propósito de una paz cimentada sobre la base de la justicia social. No podemos gastarnos otros 50 años, en enfrentamientos inútiles, no nos lo perdonarían las generaciones venideras”.