Amaury Núñez González. Medellín, 25 de Mayo de 2011.

La situación de crisis económicainternacional muestra devastadoras cifras sobre las cuales Estados Unidos seguiráocupándose. Algunos analistas de variadas tendencias y entidades financierasinternacionales afirman que la crisis del 2008 hasta hoy es la peor desde elcrac del 29. Indudablemente, una de esas formas de las que dispondrá EstadosUnidos será estimular las exportaciones, como lo ha anunciado Obama, quiensostiene que estas deberán duplicarse. En ese mismo sentido, es inevitableaumentar el recaudo, por medio de onerosas cobranzas, estipuladas comopolíticas de reducción del déficit fiscal y de gasto público en los paísessometidos a su explotación, en consonancia con las recomendaciones de losorganismos financieros internacionales, como por ejemplo, lo plasmado en elproyecto de Ley de sostenibilidad fiscal, que buscará la reducción del deficitario2% gasto público colombiano a un superavitario 1.5%. “Progresivamente la política fiscalestá dejando de poner el acento en el sostén de la demanda para ocuparse de lareducción del déficit” [1]

“Los actos jurídicos y las disposiciones de los distintospoderes…en la década (2000 – 2010) plasmaron los designios imperiales;sobresaliendo las reglas concernientes a las gabelas insólitas a la inversión extranjera;las exenciones tributarias a la gran empresa privada, a través de zonas francasy contratos de seguridad jurídica” […] “los TLC son el culmen de la juridicidadde la Confianza Inversionista, ya que elevan a la categoría de irreversible eintocable dentro del ordenamiento jurídico nacional, con las múltiples secuelasque esto acarrea en el tiempo”.[2] Dicha afirmación tiene susustento jurídico en la figura denominada bloque de constitucionalidad, que “consagrala preeminencia, superioridad o supremacía de los tratados y conveniosinternacionales en nuestro orden jurídico interno” (Arango, 2004). Y no resultauna sorpresa que con mayor insistencia se hable del TLC y se allane el caminolegislativo para su ratificación en nuestro país, concretamente en el proyectode reforma a la Ley 30.

El proyecto contempla que la regulación antesexistente para la aparición de nuevas universidades desaparece, y estaríadeterminada por unos cuantos estudios de factibilidad socio-económica (tal ycomo se produjo un incrementó en Colombia de la Inversión Extranjera Directa paraservicios públicos, telecomunicaciones, minería, entre otros), y disposición deun presupuesto no inferior al doble de lo que se puede percibir por concepto dematrículas, es decir, al monto mínimo que garantiza el funcionamiento de lainstitución (Art 14). Además incluye una nueva figura: la universidadcon ánimo de lucro.

En su articulado introduce la creación de un sistema de universidades privadas,permitiendo la fusión de instituciones, facilitando el traspaso de bienes, laconformación de carteles educativos, la entrada de inversionistas extranjeros alas Institucionesde Educación Superior y la proliferación de nuevas formas de asociación de institucionesprivadas. La reforma las califica como una modalidad de personerías jurídicasorganizadas para la prestación del servicio educativo, que entre otras cosaspodrán participar en la constitución de sociedades anónimas, recibirinversionistas, repartir dividendos y vender acciones (Art 81). Y el texto delTLC lo deja más claro aún. En su artículo 11.3 establece “prohibir a los Estados partes que serestrinjan o prescriban los tipos específicos de personas jurídicas o de empresaconjunta por medio de las cuales un proveedor de servicios puede suministrarun servicio”. Dicho sea de paso, la reforma contempla, recogidos los artículos 13, 32 y 102, unacopiosa imagen del anterior artículo del TLC:

“Las [IES] denaturaleza privada serán constituidas de conformidad con la normativa vigenteaplicable a las personas jurídicas con o sin ánimo de lucro (Art 13) Lasfundaciones y corporaciones de educación superior podrán participar en la constituciónde sociedades anónimas de que trata este artículo” (artículo 32) Dejando clara la libre apropiación de “Las rentas que reciban por concepto de matrículas, inscripciones ydemás derechos pecuniarios y los ingresos que perciba por concepto de venta debienes y servicios, y los provenientes de las alianzas público-privada”

En el capítulo 11 del Acuerdo General sobre Comercio y Servicio,AGCS, cuyo objetivo se resume en “fomentar el comercio y el desarrollo a travésde una liberalización progresiva” de las economías, se establece que “ninguna parte podrá exigir al proveedor deservicios de otra parte establecer o mantener oficinas de representación ocualquier forma de empresa, o ser residente en su territorio como condiciónpara el suministro transfronterizo”. Nada raro si tenemos en cuenta que launiversidad a distancia es una de las principales herramientas para manteneruna alta cobertura en los servicios educativos de Estados Unidos, y como tal, aparececontemplada en el proyecto de reforma de la ley 30. Un caso es la Escuela delGran Cañón, comprada en situación de quiebra por aquel famoso empresario de laeducación Michael Clifford, y que cuenta hoy con 40 mil estudiantes, de loscuales el 90% son en modalidad virtual. El MIT, Instituto tecnológico deMassachusetts, ofrece 18 módulos en diferentes partes del mundo sin estarpresente y planea ofrecer todos los cursos presenciales por la web; otro casoes el de la British Open University, que opera en 21 países con el 30% de lamatrícula fuera de Gran Bretaña por medio de cursos virtuales; “a launiversidad de Harvard le tomó casi 375 años para tener un total de 6.600estudiantes, pero la Universidad de Phoenix (de propiedad de Clifford), hanecesitado tan solo 34 años para tener un total de casi 500.000”[3].

Según Marc DeFusco, Director de la Universidad de Phoenix entre1994 y 2002, el sector de la educación superior con ánimo de lucro va a seguircreciendo en la medida en que el mundo laboral se haga más complejo. “Asíque si no podemos crecer más aquí en los Estados Unidos, creceremos en otraparte”.[4]

Universidad corporativa.

Para darle un nuevo tinte competitivo a las empresas, que cadadía deben adecuarse a la ampliación de la competencia global, sus directivoshan recurrido a la estratégica y empresarial universidad corporativa,consistente en la formación profesional de acuerdo al sector específico en lasque se desempeñen las empresas patrocinadoras, y así maniobrar en los términos decontratación laboral para aumentar su tasa de ganancia[5]. En el articulado de lapropuesta se evidencia la orientación de la educación a funciones y áreasestratégicas del sector empresarial, a “integrar el sistema de educaciónsuperior con la sociedad, el sector productivo”…y “promover y apoyar losprogramas de internacionalización de las IES” (Art 76). Hoy 2000 institucionesde educación superior se encuentran controladas por 500 de las corporaciones másgrandes del mundo. “…La lista incluye empresas del sector productivo (GeneralMotors, General Electric, Land Rover); del sector de bienes y consumo(Coca-Cola, Malboro, Mc Donald´s); del sector comercial (Wal-Mart, Eddi Bauer,Best Buy, Home Depot y Target Stores); del sector de entretenimiento (Disney,Universal); y del sector de telecomunicaciones (Apple, AT&T, Microsoft,Xeros, Motorola, Sun Oracle)” (Meister, 1998). Estas corporaciones no priorizanel desarrollo académico y científico de los países, pero si el lucro. “Lo únicoque le proporciona un empresario de la educación a una universidad se resume entres términos: dinero, administración y marketing” (Clifford)[6]

Por otra parte, en el artículo 111 se contempla la creación dela Sociedad de Fomento a la Inversión Privada en Educación Superior, como“sociedad anónima cuyo principal objetivo será actuar como instanciaestructuradora de proyectos para vincularal capital privado en la prestación del servicio público de educación superior”.Catalina Acevedo, Gerente de Fodesep, afirmaba que “lasuniversidades deben ser manejadas como entidades comerciales, porque tienen unproducto que vender, el conocimiento. Esto permitiría pensar en importaciones yexportaciones de nuestros servicios, con seccionales en el exterior”[7].¡De manera explícita y vergonzosa se busca tal grado de sujeción a intereses extranjeros!

Pero el modelo que busca imponerse enColombia, más allá de proponer a la universidad como un ente que puede rendirbeneficio en mayor o menor grado, entronizando la tipificación del ánimo delucro, afecta a las universidades privadas, que no cuentan con ninguna capacidadde competir con esa invasión educativa. En año el 2007, Microsoft, Coca-Cola,General Motors y Wall Mart, enviaron una carta al Congreso de los EstadosUnidos pidiendo la aprobación del tratado. Estas empresas tienen, cada una, unproducto superior al de Colombia y Ecuador juntos ¿Será que podemos competir deigual a igual con semejantes diferencias?

Se mantiene la desfinanciación.

EnColombia hay 80 universidades, de las cuales 32 son públicas. El Gobierno lesgira $2,2 billones de pesos al año. Inversión que, con el subsidio a la demanday otros gastos de funcionamiento incluidos, asciende a 5,67 billones de pesos,que son el 1,01% del PIB. Con la reforma se aspira a sumar, junto con lainversión privada vía Icetex, otros $ 2,3 billones, en los próximos tres años.En total serían 10 billones de pesos. Lo que no dice la ministra es que el 80%de los créditos de este organismo se destinan a universidades privadas. Para rematar, según los artículos 108y 109 las IES públicas o privadas con o sin ánimo de lucro podrán acceder a recursos públicos en igualdad de condiciones, mediante la creación de fondoscompetitivos o convenios de desempeño,de facultad del Gobierno Nacional, y acogerse en la misma igualdad de condicionesa la ley de quiebras, que en su aplicación a las Universidades de Atlántico yPamplona, significó un aumento en el costo de matrícula del 300%. Estaconsideración va en la misma vía de los TLC de dar trato nacional al capitalextranjero, donde en el artículo 11.2 del texto del TLC se establece que “cada parte otorgará a los proveedores deotra parte un trato no menos favorable que el que otorgue, en circunstanciassimilares, a sus proveedores de servicios”. Esto permitirá a lasinstituciones extranjeras competir al mismo nivel de las instituciones colombianas,desconociendo la enorme diferencia existente entre ambas. “19 de las 20 mejoresuniversidades del mundo se encuentran en los Estados Unidos, su gasto en educaciónrepresenta el 28% del PIB mundial y el quinto rubro de sus exportaciones,mientras que el de Colombia es el 0,4 de nuestro PIB”.

Otro punto deconsideración es el artículo 114, que continúa con las líneas de crédito delFindeter a través de la banca comercial, y que tienen a la Universidad Nacionalendeudada por $107 mil millones. A modo de ejemplo, para la sede Medellín seplantea como fuentes de financiamiento de la deuda el incremento en costo dematrícula, sistematización, servicio médico y (como para entrar quedando) lainscripción a la universidad, en un 60.4%, acompañado de la reducción delpresupuesto para los grupos de investigación del 44.4% hasta el año 2026.

El principal argumento de la aparición de este tipo deuniversidades, las de ánimo de lucro, se encuentra en diversificar la oferta, “ahorrar”en gastos que deberían ser asumidos por el estado, en el marco de una austeridadfinanciera aunada por la regla fiscal, acatadora a todas luces de las políticasde reducción de déficit para el adecuado cumplimiento de los servicios dedeuda. Terminamos por convertirnos los universitarios colombianos en losalfiles de la política con que Estados Unidos busca rellenar sus huecosfiscales. Y por otro lado, crea las condiciones jurídicas necesarias para laentrada libre de sus inversiones al sector de la educación.

De igual forma, este modelo nos puedeconducir hacia una educación segregada, ya que en un sistema educativo cuyo ejecentral es el costo de determinados programas en determinadas instituciones, serelaciona estrechamente el costo con la calidad. A mayor costo, mayor calidad.A menor costo, menor calidad. La de bajo costo y calidad, ofrecida como eslógico a la gran mayoría de la población, no contiene el nivel intelectualnecesario para el dominio de la ciencia y la tecnología modernas, pero sí estáorientada para el aprendizaje de un saber vocacional, impidiendo el alcance deconocimientos intelectuales necesarios para adoptar o inventar mejorestecnologías, viéndose reflejados los conocimientos adquiridos en el mundolaboral.

En conclusión, la reforma estimula la entrada de las transnacionales de laeducación y pone en paquete comercial a las universidades colombianas, noatiende las causas profundas de una crisis financiera estructural del sistemauniversitario que terminaría agravándose, se acomoda a una futura aprobacióndel Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, propende por unencarecimiento de los costos educativos y conduce, inevitablemente, a una educaciónsegregada.

A este ataque de gran magnitud a lasuniversidades públicas hay que interponer, con mayor magnitud, la organizacióny la movilización de la comunidad universitaria en procura de un cambiosustancial del modelo universitario impuesto hasta hoy, y el presentado afuturo por este nuevo proyecto.

[1]Comunicado de prensaNo. 10/414 (S), Monitor Fiscal del FMI: Elajuste fiscal es apropiado a escala mundial, pero se requiere mayor claridadsobre los planes de salida y las reformas a largo plazo, Noviembre 4 de 2010.

[2]Suarez, Aurelio, La economía uribista oel fracaso de la confianza inversionista, Revista Deslinde No 47, Noviembrede 2010, página 8.

[3]Tomado de: http://www.razonpublica.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1929:college-inc&catid=24:artes-y-libros&Itemid=33

[4] Ibídem.

[5] http://www.edrev.info/reviews/rev129.htm

[6] Documentalacerca de la universidad con ánimo de lucro: “College Inc.”, Frontline,para Public Broadcasting Service.

[7] http://lilianagv1.blogspot.com/2008/10/tlc-en-la-educacion.html