Actualmente, no existe una prueba única o cura para la demencia, una condición que afecta a más de 20 millones de personas en el mundo. Los investigadores de la Universidad de Londres aplicaron punciones lumbares combinadas con resonancias cerebrales a cien voluntarios y notaron cambios que podrían identificar los posibles afectados del mal. La prueba podría servir para seleccionar pacientes para experimentar con medicamentos que puedan retrasar o detener la enfermedad.