Dentro del cambio de metodología hecho por el Dane, la entidad también subió la línea de pobreza extrema per cápita desde $123.043 hasta $137.350, que significa que más colombianos tienen ingresos por debajo de ambas líneas. “El cambio metodológico es normal, se hace cada 10 años. Estamos recomendando que se haga con más frecuencia, basados en las encuestas de ingresos”, dijo el fundador de la firma Inclusión y miembro del comité evaluador de las medición de pobreza del Dane, Roberto Angulo. Lea también: El mercado laboral también es clave para reducir la pobreza Algunos analistas y expertos en el tema consideran que la actualización metodológica del Dane se hizo para corregir los errores que estaba implementando el país durante la última década al momento de medir la pobreza.

Antigua línea de pobreza “Hace 10 años, el Dane, de manera equivocada, bajó la línea de pobreza más o menos un equivalente a lo que subió ahorita. Por decisiones arbitrarias, la pobreza que estaba ese año en un 44%, la bajaron al 37% y ahí se fue reduciendo hasta el 27%”, dijo Jairo Núñez, investigador de Fedesarrollo.  Por su parte, el actual director del Dane, Juan Daniel Oviedo, dijo que el país no contaba, en aquella ocasión, con la información necesaria para actualizar de manera precisa la forma en la que se medía la pobreza en Colombia.  “La actualización metodológica de las líneas de pobreza que se definió anteriormente disminuyó las incidencias de la pobreza. Más allá de hacer un juicio, en ese momento el país no tenía una encuesta de ingresos y gastos de una calidad tal que permitiera tener información representativa para cada una de las principales ciudades del país”, dijo Oviedo.

Actual línea de pobreza Para Roberto Angulo, es normal que las mediciones de pobreza se vayan actualizando para ser más precisas a medida que pase el tiempo.  “Las medidas de pobreza son provisionales y se van mejorando con el tiempo. Con el cambio del Dane, sí podemos medir la pobreza de manera más acertada”, dijo Angulo. Problema de política pública  Una de las principales consecuencias negativas de no medir la pobreza de manera acertada es que las políticas públicas que implementan los gobiernos no tienen en cuenta la totalidad de la población vulnerable. “Durante 10 años, de alguna manera se tomaron decisiones sobre recursos, inversiones y programas, basadas en información errónea y, como consecuencia, no se adoptaron las políticas que necesitaba el país, ni se destinaron los recursos que necesitaba la población en condición de pobreza”, dijo el investigador de Fedesarrollo. Lea también: Pobreza en Colombia aumentó por preferencias políticas Para el director del Dane, la nueva forma de medir la pobreza ayuda a que el Gobierno implemente políticas públicas de manera más focalizada. “Si no hubiéramos hecho este ajuste metodológico, y si tenemos en cuenta los $160.000 que entrega Ingreso Solidario, ese monto hubiera representado casi el 60% de la línea de pobreza monetaria para todo el país. Miren la falta de focalización que hubiéramos tenido”, dijo Oviedo. Jairo Núñez agregó que los distintos gobiernos hicieron y sacaron adelante planes de desarrollo que no tuvieron en cuenta la verdadera cantidad de personas en condición vulnerable que había en todo el territorio nacional. “Una cosa es tomar decisiones cuando se creía que había 13 millones de personas en condición de pobreza y otra, cuando en realidad eran 18 millones”, dijo Núñez. Lo cierto es que el incremento de la pobreza por culpa del coronavirus es un fenómeno global que requerirá de políticas públicas para que el indicador disminuya en los próximos años.