La controvertida empresa Swipco cambió de dueños después de suscribir el contrato con el gobierno de Colombia. Cuando se firmó, los principales accionistas eran los magnates internacionales Bronfman, Amon y Oppenheimer. Después de que explotó el escándalo la compró la banca de inversión francesa Lazard y luego Freres. A Swipco se le había criticado que era una sociedad anónima cuyos propietarios tenían acciones al portador, las cuales podían cambiar de manos en cualquier momento.