El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, firmó este miércoles una ley que pone fin a la política de ocultar la orientación sexual en las Fuerzas Armadas de ese país.   En la ceremonia de firma en la Casa Blanca, Obama dijo que el gobierno "no demorará" en aplicar la nueva ley.   Rodeado de altos oficiales militares y congresistas, Obama dijo que se sentía orgulloso de firmar la ley, que fortalecerá la seguridad nacional.   Con la sanción de la nueva norma Obama cumple una promesa de su campaña y reafirma su convicción de que se trata de básicos derechos humanos.   Era tan voluminoso el número de defensores de los derechos gays y activistas demócratas que asistieron a la ceremonia de la firma de la ley, que la Casa Blanca adaptó un auditorio más grande en el Departamento del Interior.   "¡Este día ha llegado!", exclamó eufórico Mike Almy, un mayor de la Fuerza Aérea que fue dado de baja hace cuatro años cuando se supo cuál era su orientación sexual. "La prohibición ha quedado atrás y uno ya no tiene que sacrificar su identidad", destacó.   Aplicar la ley llevará tiempo   La ley dice que el Presidente y sus principales asesores militares deben certificar que eliminar la prohibición de ejercer siendo abiertamente gay no perjudicará la capacidad de lucha de las tropas, tal como afirman sus detractores. Luego de eso, habrá un período de espera de 60 días para el Ejército.   Además se deben completar las directrices sobre el asunto integralmente, a fin de abarcar una serie de preguntas prácticas, desde cómo educar a las tropas hasta cómo se debe manejar la orientación sexual al hacer las asignaciones en los cuarteles militares.   Aunque los funcionarios han evitado establecer una cronología, el proceso podría tomar meses. Sin embargo, para los gays y lesbianas estadounidenses este miércoles es un día decisivo. Y para Obama, sin duda, es un día para deleitarse por el logro de un objetivo que buscaba desde hace mucho.   Asimismo, se trata de una nueva victoria en lo que se convirtió para Obama una etapa sorprendentemente productiva en las últimas semanas del cierre de la actual legislatura.   El mandatario tiene una aprobación parcial sobre su compromiso para reducir los impuestos con los republicanos del Senado, y el Senado se apresta a cumplir con el principal objetivo de su política exterior: la ratificación de un nuevo tratado de armas atómicas con Rusia.   A favor y en contra   La decisión de anular la ley desató críticas de inmediato de quienes consideran que el Ejército no debería ser usado para ampliar los derechos de los gays y que el permitirles ejercer abiertamente perjudicará la moral de los soldados y su unidad en las operaciones militares.   Pero activistas que apoyan la abolición de la ley calificaron la votación del Senado como un hecho histórico.   Aaron Belkin, director del Centro Palm en California -que estudia el asunto de los soldados gays- dijo que la votación "marca el comienzo de una nueva era en la cual el principal empleador de Estados Unidos trata a los gays y lesbianas como seres humanos".   Por miles de años, dijo, uno de los requisitos para ser ciudadano de primera en cualquier nación es el derecho a ejercer en el Ejército, y la votación del sábado "es un paso histórico hacia eso".   Al menos 25 naciones permiten que gays expresen abiertamente su sexualidad en el Ejército, inclusive Gran Bretaña, Canadá e Israel, según el Centro Palm.   La derogación de la ley, que fue producto de un compromiso entre el presidente Bill Clinton y un reacio Pentágono hace 17 años, significa que por primera vez en la historia de Estados Unidos, los gays serán aceptados públicamente en el Ejército y podrán reconocer su orientación sexual sin temer ser expulsados.   Más de 13.500 miembros de la institución fueron destituidos bajo la ley desde que fue aprobada en 1993. Antes de eso, los gays habían tenido explícitamente prohibido el servicio militar desde la Primera Guerra Mundial.   AP