Resulta predecible y normal que cada vez que un mandatario llega a la Casa de Nariño cambie su tono y su lenguaje. Las palabras expresan las apuestas políticas y las propuestas ideológicas que van más allá de la forma. En Colombia, ese hecho ha sido aún más evidente en los últimos años, en los que el péndulo ha pasado de la derecha a la centroizquierda y viceversa en menos de dos décadas.Para ver la entrevista completa haga clic  aquí si es suscriptor en este enlace para entrar a la tienda virtual.