El 7 de febrero de 2003 un artefacto estalló en el Club El Nogal, en el norte de Bogotá. Esa noche murieron 36 personas y quedaron gravemente heridas más de 200. Muchos de los sobrevivientes tienen enormes secuelas físicas y morales. La justicia colombiana culpó a las Farc por este atentado, pero esa guerrilla aún no lo ha reconocido. Este fue uno de los peores actos terroristas cometidos durante el conflicto, aunque no está claro cuál era su objetivo o si era simplemente la expresión de un odio de clase alimentado en las filas guerrilleras.