Se trata de Efraín Antonio Campo y Francisco Flores, sobrinos por parte de la primera dama, Cilia Flores; según The Wall Street Journal, el primero se identificó ante las autoridades como hijastro de Maduro. Los dos hombres presuntamente contactaron en octubre a un informante encubierto de la DEA y le pidieron ayuda para transportar los 800 kilos de cocaína a través de una isla en el Caribe. Pero los agentes grabaron las reuniones que mantuvieron los venezolanos, inclusive en una de ellas llevaron un kilo de cocaína que se iba a vender en Nueva York para comprobar su calidad. Los arrestos se producen en momentos en que fiscales de Washington, Miami y Nueva York realizan investigaciones sobre el tráfico y lavado de dinero de altos mandos de las fuerzas de seguridad y del gobierno.