Para la noche del viernes de la semana pasada estaba programada en el restaurante Andrés Carne de Res la despedida de soltero del canciller Guillermo Fernández de Soto. El ministro, quien se casará próximamente con Alexandra Kling, tenía planeado hacer una gran celebración con sus amigos cuando los noticieros informaron sobre las exigencias económicas del ELN, que motivaron la alocución presidencial. Debido a la gravedad de la situación Fernández de Soto prefirió no asistir y los organizadores e invitados se quedaron con los crespos hechos.