Han pasado tres años desde la masacre de Bojayá, Chocó, que dejó 119 muertos civiles y 47 heridos, y ninguno de los dos presidentes -Andrés Pastrana y Álvaro Uribe- ha cumplido las promesas y compromisos adquiridos por el Estado frente a la reconstrucción y reparación integral de los daños de esta olvidada región.