La semana pasada Mick Jagger tuvo que reconocer ante los medios de comunicación que sí es el padre de Lucas, un tierno bebé de dos meses fruto de su relación con la modelo brasileña Luciana Morad. Durante todo el embarazo el líder de los Rolling Stones negó su paternidad pero ante la contundencia de las pruebas de ADN el cantante no tuvo más remedio que aceptar su desliz. De ahora en adelante deberá pasarle a Morad una gruesa suma de dinero para la manutención del niño. Lucas es el séptimo hijo del artista y hasta ahora ha sido el más costoso pues su llegada al mundo fue lo que motivó el millonario divorcio entre Jagger y Jerry Hall, quien decidió cobrarse en dólares las continuas infidelidades de su marido.