Al leer el artículo ‘El pasado no perdona’ (SEMANA, edición #1375), me sorprendo al ver cómo un sector de la sociedad le apostó al modelo de pacificación que encarnó el general Rito Alejo del Río. Una idea de paz que fue para unos pocos (pues nunca he escuchado que la gente en el Urabá tenga mejores condiciones de vida) y fue muy efímera (no es acaso allá donde tiene su comando ‘don Mario’, el narco de moda). Lo sucedido allá, debe servir de ejemplo para que hoy, 10 años después, no repitamos la historia de un modelo que ya demostró que no funcionó. Eduardo Gómez Barranquilla