SEMANA: Trabajando para el Puerto de Cartagena usted desarrolló un ‘software’ de simulación de terminales de contenedores, pero, ¿cómo llegó aquí? MAURICIO FRANCO: Siempre he sido un apasionado de la ciencia, la tecnología y los computadores. Estudié en el colegio Montessori y me gradué como ingeniero de sistemas en la Universidad Tecnológica de Bolívar. Mi tesis, de hecho, fue un simulador de realidad virtual para estudiar fenómenos físicos. En 2003 apliqué al Puerto de Cartagena cuando me enteré de que necesitaban a alguien con experiencia en simulación para modelar sistemas logísticos. SEMANA: ¿Cuál fue su primera asignación?M.F.: Mi primer trabajo consistió en simular el proceso de ingreso y salida de camiones. Con este descubrimos que en lugar de invertir en demoler y ampliar la infraestructura existente, podíamos conseguir un resultado equivalente con la implementación de un sistema de citas para así reducir la cantidad de información que les solicitaban a los camioneros al ingresar al muelle. Así lo hicimos.SEMANA: Luego llegaron trabajos aún más complejos…M.F.: Cuando me encomendaron simular la logística de cargue y descargue de barcos me di cuenta de que el proceso dependía de un exagerado número de variables, así como de un complejo sistema de control desarrollado por una empresa norteamericana (Navis). No existía en el mercado un software de simulación capaz de representar la complejidad del sistema. SEMANA: ¿Y cuál fue entonces la solución?M.F.: Diseñé un simulador de terminales de contenedores que contenía una versión simplificada del sistema de control. Desde el Puerto de Cartagena formamos un grupo junto con Flexsim (Utah), Moffatt & Nichol (California), Maersk (Dinamarca) y el Puerto de Los ángeles, para financiar el desarrollo del proyecto. El simulador nos ayudó a entender mejor la operación y a diseñar una estrategia para aumentar la productividad. Así mismo, nos permitió evaluar alternativas para el diseño de Contecar.SEMANA: ¿Es posible tomar decisiones acertadas en el diseño y operación de sistemas logísticos sin la ayuda de simulaciones computarizadas?M.F.: Cuando debemos decidir en medio de un entorno complejo, dinámico e incierto, nuestros cerebros son incapaces de absorber y procesar toda la información que se requiere para predecir con certeza los resultados. Inconscientemente creamos una versión reducida de la realidad. Al realizar un estudio de simulación nos obligamos a seguir un proceso formal y disciplinado que comprende la definición clara de un propósito, discusiones con todos los involucrados, recolección de datos, programación de un modelo de software, validaciones, análisis de resultados, presentaciones, sustentaciones y ajustes. Al pasar todas estas etapas se logra obtener una visión más amplia y clara del problema. Es decir, es una herramienta que nos ayuda a salir de nuestra propia burbuja mental pero, por supuesto, no debería ser la única.SEMANA: Después de toda la experiencia adquirida en Cartagena, usted trabaja para una compañía norteamericana líder en el sector portuario, ¿como fue esa transición? M.F.: En 2012 Moffatt & Nichol adquirió los derechos para comercializar el software que habíamos creado y lo posicionó en los principales operadores de puertos alrededor del mundo, incluidos PSA, APMT y DPW, entre otros. En 2017 decidieron llevar a cabo una nueva plataforma para emulación y me invitaron a participar en el proyecto. En ese entonces el desarrollo de Contecar estaba llegando a su fase final y alcanzaba cierta estabilidad, lo que me pareció un momento oportuno para aceptar el nuevo reto.SEMANA: ¿Cuáles son las fortalezas que tiene el Puerto de Cartagena? M.F.: Además de su moderna infraestructura y su tecnología de punta, su principal fortaleza está en la cultura basada en la excelencia, en tratar de hacerlo mejor que cualquier otro puerto en el mundo. Eso motiva mucho. Ver que los que te rodean están dando todo un ejemplo, te alienta a crecer, innovar e intentar nuevos desarrollos. SEMANA: ¿Qué papel cumplirán las tecnologías de la cuarta revolución industrial en el futuro del puerto?M.F.: No creo que hoy estemos en medio de esa cuarta revolución. Vivimos un proceso continuo de miles de revoluciones tecnológicas desde que comenzó nuestra historia. Lo que alarma es que debido a la velocidad de las transformaciones se están eliminando de forma drástica y salvaje a los intermediarios en la cadena de valor. El principal reto es reconocer que hay que transformarse. Nuestra única opción es aprovechar estas tecnologías para convertir las supuestas amenazas en oportunidades.