LONDRES  — El ministro de Relaciones Exteriores británico Mark Malloch Brown, quien encabeza los preparativos de la próxima cubre del Grupo de los 20, dijo el viernes que si los líderes mundiales fracasan en tomar una acción clara para lidiar con la crisis económica global, arriesgan exacerbar el descontento popular y traer consecuencias funestas al mundo en desarrollo. De todas maneras, Malloch Brown advirtió en declaraciones a The Associated Press que aquellos que alberguen esperanzas sobre un impacto inmediato de la cumbre del 2 de abril, quedarán decepcionados. "La economía global seguirá descendiendo el 3 de abril, la masiva destrucción de riqueza que está ocurriendo no será frenada por algún comunicado de los líderes", señaló. "Y tendremos un año 2009 muy duro, bajo cualquier circunstancia, inclusive si la cumbre del G-20 es exitosa". El funcionario advirtió que no será suficiente con formular vagos compromisos durante la cumbre del G-20 a realizarse en Londres a partir del 2 de abril. Para calmar una atmósfera política febril, con protestas a través de Europa, disturbios en Africa, y la adopción de medidas de austeridad en varios países de América Latina, los legisladores deben ofrecer planes claros, señaló el funcionario. Para Malloch Brown, la tarea más importante de los lideres mundiales es lograr el retorno de la confianza, "la sensación de que hay luz al final del túnel". "No podemos comprometernos nuevamente en compromisos vacíos, carentes de sentido, que no sobreviven el vuelo de retorno al hogar", dijo Malloch Brown. El funcionario británico, ex subdirector de las Naciones Unidas y enemigo de los neoconservadores en Estados Unidos, es considerado un diplomático con poco espíritu diplomático. Se enfrentó en varias ocasiones al ultraconservador John Bolton, el ex embajador de Estados Unidos ante la ONU, quien lanzó incansables críticas al organismo internacional. En cierta ocasión, Bolton dijo que si un avión destruía al edificio de las Naciones Unidas del piso 37 hacia arriba, el mundo nada perdería. En el piso 37 están las oficinas del secretario general de la ONU, y en los pisos superiores, las oficinas de otros directivos. Malloch Brown ha pasado las últimas semanas viajando a diferentes países cuyos gobiernos integran el G-20, tratando de lograr consenso sobre cómo lidiar con la crisis, la peor desde la Gran Depresión de 1930. El funcionario explicó que un objetivo central de la cumbre será intentar recuperar la confianza pública en líderes políticos, en medio de indignadas protestas. En Letonia, Lituania, Islandia y Bulgaria se han registrado motines populares en meses recientes. Gran Bretaña también tiene esperanzas de que la cumbre permitirá sentar las bases para lograr posteriormente un acuerdo sobre la estancada ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio. La ronda se inició en el 2001 y el propósito era establecer un pacto de comercio más justo entre países industrializados y naciones del tercer mundo.   (AP)