Gustavo Petro se autodenomina como el candidato del pueblo. Su narrativa siempre está ligada a lo que llama lucha contra las mafias y se muestra como el antisistema que debería enarbolar las banderas del cambio en el poder. Y, por eso, todos sus actos políticos siempre están caracterizados por las concentraciones proselitistas, por baños de masas.Eso es lo que acaba de reeditar este domingo desde la plaza central de Soacha (Cundinamarca), donde 8 días exactos después de consolidarse como el principal referente de la izquierda colombiana –al imponerse en la consulta interpartidista de esta tendencia– se lanzó de nuevo a las calles a hacer campaña. Fue su lanzamiento oficial como candidato, pues ahora sí su nombre va fijo en el tarjetón de la primera vuelta presidencial.El lugar no es solo tradicional para los habitantes del municipio ubicado al sur de Bogotá, sino que tiene una alta connotación política. Fue allí, precisamente, donde el 18 de agosto de 1989 asesinaron al líder liberal y candidato presidencial Luis Carlos Galán. El crimen quedó en la memoria colectiva tras conocerse varias grabaciones en video y se acusó a agentes paraestatales de ser los responsables.Este domingo, desde el mismo lugar, retomó sus actividades proselitistas y, rodeado de nombres significativos para la izquierda como el de las electas María José Pizarro y Aida Avella, anunció que su intención –ahora empoderado en esta orilla ideológica– es ganar en la primera vuelta presidencial.