NUEVA YORK  — Hay pocas posibilidades de que Chrysler LLC pague los miles de millones de dólares que recibió en préstamos gubernamentales, según indicó el lunes uno de los principales asesores financieros que vigila la reestructuración de la automotriz en su testimonio ante la corte de bancarrotas. Pero Robert Manzo, uno de los directores ejecutivos del grupo de reestructuración Capstone Advisory Group LLC, dijo que él no ve la financiación del gobierno como "dinero libre". "Ellos ofrecen dinero con poca probabilidad de recibirlo de vuelta", dijo. Bajo el plan anunciado el jueves, en el que Chrysler se declarará en bancarrota y la automotriz italiana Fiat Group SpA se asociará con ella, el gobierno aceptó entregar US$8.000 millones en ayuda financiera además de los US$4.000 millones que Chrysler ha recibido desde enero. Horas antes en la audiencia del lunes, el juez Arthur González pospuso su fallo en torno a la determinación de si Chrysler puede comenzar el proceso de vender su activos más valiosos a una nueva entidad creada en asociación con Fiat. González aplazó el asunto hasta el jueves por la tarde luego de que los abogados de un grupo disidente de prestamistas de Chrysler presentaran objeciones sobre aceptarlo, ya que necesitaban más tiempo para revisar el acuerdo pospuesto. Los abogados de Chrysler no presentaron esta moción hasta la noche del domingo. Algunos de los prestamistas de Chrysler se han negado a liquidar gran parte de la deuda de la automotriz y a seguir el plan de reestructuración del gobierno. Uno de los abogados de los acreedores, Tom Lauria, dijo que no han tenido tiempo de revisar la declaración de bancarrota de la empresa, la cual tiene 300 páginas de extensión. Lauria también objetó la solicitud de Chrysler para que le permitan pagar impuestos e indicó que también presentará una objeción al pago de otros gastos y costos. Dijo que si la compra de Fiat fracasa cualquier dinero que se gaste reducirá lo que quedará para los prestamistas más tarde. "En este momento nos oponemos a todo lo que el deudor haga bajo el supuesto que el valor será preservado a través de la venta", dijo. "Pues si no logran la venta ninguna de esas acciones tendría sentido". Los ejecutivos de Chrysler testificaron por la tarde sobre las relaciones entre la empresa y sus proveedores y distribuidores. Uno de los vendedores de la automotriz también participó y habló de la caída en las ventas durante los meses que llevaron a la bancarrota de la empresa, además de las preocupaciones sobre cómo afectará la medida a los distribuidores en el futuro. Otro asuntos por decidir incluyen la aprobación del uso de los 4.500 millones de dólares en préstamos gubernamentales que permitirán que la empresa siga operando tras presentar su bancarrota.   (AP)