A medida que el presidente electo Gustavo Petro ha ido anunciando los nombres que estarán en su gabinete, los funcionarios designados han salido a dar entrevistas y a hacer declaraciones en sus redes sociales que han resultado contradictorias, lo que ya empezó a generar confusión sobre lo que será el nuevo gobierno, especialmente en materia de impuestos.

Las mayores confusiones se han presentado frente a la reforma tributaria que radicará el nuevo gobierno el próximo 8 de agosto, según anunció el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.

El economista manifestó hace unos días en entrevista con SEMANA que sí iba a aumentar el impuesto de ganancias ocasionales.

“Cuando uno mira el estudio de la Ocde de tributación en Colombia, encuentra que los sectores de más altos ingresos, gran parte de los recursos vienen como ganancia ocasional. La valorización de empresas o de la propiedad raíz no se capta como ingreso y es un ingreso. Hoy está en 10 %”, explicó el funcionario en aquel momento.

Sin embargo, en medio de especulaciones en redes sobre un supuesto aumento de ese tributo al 35 %, Ocampo sostuvo: “Que quede claro: yo NO he anunciado ese impuesto”. Luego, según versiones de empresarios con los que habló Ocampo, la idea es que ese impuesto aumente al 20 %.

Otra confusión se dio con el llamado impuesto a las gaseosas, con el que se busca aumentar los tributos a los productos que tengan alto contenido de azúcar, con el fin de desincentivar su consumo.

Hace algunas semanas, la ministra de Salud, Carolina Corcho, señaló que este gravamen se incluiría dentro de la tributaria, pues “los impuestos a las bebidas azucaradas, además de tener impactos favorables en la salud pública porque desincentivan el consumo de gaseosas y reducen las enfermedades crónicas no transmisibles, podrían ser una opción de recaudo para el sistema de salud colombiano”, dijo Corcho.

Sin embargo, pocas horas después de esta declaración, el nuevo director de la Dian, Luis Carlos Reyes, indicó que “si ese impuesto (el de las bebidas azucaradas) toca el bolsillo del colombiano de a pie, tampoco iría”.

Y para completar la confusión, el pasado 21 de julio el ministro de Hacienda entrante contradijo lo dicho por Reyes y confirmó que estos productos sí serán gravados con la próxima reforma, al igual que los alimentos ultraprocesados.

“El de bebidas azucaradas sí y también a los alimentos ultraprocesados”, dijo Ocampo al ser consultado sobre si se incluirán estos dos tributos durante el acto de empalme con el saliente ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo.

Una situación similar se dio con la propuesta de la entrante ministra de Cultura Patricia Ariza, quien habló de ampliar la base gravable del impuesto de planes pospago de celular, de tal manera que se permita recoger más fondos.

Aunque actualmente el impuesto es para los planes pospago con un valor superior a 152.000 pesos, ahora pasaría a ser para planes superiores a 38.000 + IVA, es decir, 45.000 pesos.

Pocas horas después, el nuevo director de la Dian señaló que “la medida de los celulares era una sugerencia que se estaba discutiendo en un momento que se pensaba que era mucho más privado, pero no es una medida que estamos contemplando”, aseguró el nuevo jefe de la Dian.

Claro que las confusiones no se han limitado solo a la reforma tributaria. En materia de Salud, la ministra Carolina Corcho inicialmente fue tajante en que era prioritaria una reforma para eliminar las EPS, pero con el pasar de los días ha ido reculando en su propuesta y ahora indica que este es un proceso que “va a demorar”.

Si bien es normal que los ministros brinden declaraciones cada uno por su lado, pues el primer consejo de ministros para unificar criterios será sólo después del 7 de agosto, está claro que el presidente Gustavo Petro tendrá que llamar al orden.