La invasión a propiedades privadas ha dado de qué hablar durante las semanas recientes en el país. Desde el pasado 19 de julio, cuando el país conoció de la victoria de Gustavo Petro en segunda vuelta, centenares de ciudadanos se abalanzaron sobre terrenos ajenos para conquistarlos, porque –parafraseando el discurso del nuevo mandatario– la tierra no es de quien la posee, sino de aquel que la necesita.

Aunque los focos se han encendido en el norte del Cauca, donde actualmente se vive una álgida confrontación entre indígenas invasores y comunidades afrodescendientes que defienden su territorio, lo cierto es que este fenómeno de invasiones se ha replicado en varias zonas de Colombia.

Ante la creciente problemática, el pasado 30 de agosto, el presidente Gustavo Petro hizo un llamado a quienes ocupan estos terrenos para que los desalojaran 48 horas después. Sin embargo, su petición no se ha cumplido y numerosos predios continúan invadidos.

Tanto la Defensoría del Pueblo, liderada por Carlos Camargo, como la Procuraduría de la Nación, a cargo de Margarita Cabello, han manifestado su intención de involucrarse para marcar una hoja de ruta que ayude a solucionar y proteger los derechos de quienes piden tierras, así como a contrarrestar un problema social que no solo es de convivencia, sino que ha evolucionado hasta el punto de ser de orden público.

A propósito de la coyuntura, el exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa se pronunció a través de su cuenta de Twitter y dirigió un duro mensaje hacia el gobierno de Gustavo Petro.

“Es posible hacer una reforma agraria y una urbana bien hechas, pagando lo justo a los propietarios. Pero no puede permitirse que algunos matones invadan predios”, aseveró el excandidato presidencial. Así mismo, sentenció que el problema “está mostrando falta de criterio y carácter en el Gobierno y traerá violencia”.

Previamente, también en su cuenta de Twitter, Enrique Peñalosa se refirió al barrio en el municipio de Zipaquirá (Cundinamarca) que fundó el hoy presidente Gustavo Petro, cuando militaba en el M-19.

“Inicio de vida política de @petrogustavo está ligado a invasión para hacer barrio Bolívar 83 en Zipaquirá. Petro tiene clara importancia de tierra para resolver necesidad de vivienda y hacer bien las ciudades. Reforma urbana sería mucho más efectiva para generar igualdad que la agraria”, indicó Peñalosa.

Es de recordar que para el año 1983 la bandera del M-19 ondeaba los cerros de Zipaquirá, más exactamente del barrio Bolívar 83, como resultado de la sublevación de la gente pobre de la región contra la autoridad y el Estado.

Cuando Petro tenía 23 años y era el personero del pueblo, presidía reuniones en las que hablaban del derecho que tenían los pobres de poseer un techo y, para lograrlo, debían conseguir un terreno del cual apropiarse.

Carta al Pueblo era el periódico en el que él y otros militantes escribían sobre las problemáticas sociales, mismas que llevaron a cientos de personas a participar de la toma de un terreno de la Curia del que Petro pensó era fácil adueñarse. Los curas que conocían al hoy presidente profesaban amor al pobre basándose en las enseñanzas de San Francisco de Asís.

“Yo lloraba de la frustración, pero no nos rendimos, muchos salimos heridos”, narra Elder Cuervo, una abuela de 80 años, fundadora del barrio Bolívar 83, quien recuerda el momento en el que el presidente Gustavo Petro les había indicado que tenían que resistir 72 horas para cumplir la meta hasta que llegó un grupo especial de policías. Sin embargo, el hoy presidente de los colombianos reconoció en su libro Una vida, muchas vidas, que se equivocó en el plan de ese día.