En un departamento rico por sus recursos, como lo son el gas, el carbón y la sal, por sus paisajes y su envidiable ubicación geográfica, nada debería faltar o debería tener resuelta la mayoría de sus necesidades. Pero La Guajira que lo tiene todo, tiene en abundancia un recurso que se llama corrupción acompañada de politiquería, que merodea en los contratos de obras, en la alimentación escolar que paga el ministerio de educación, las alcaldías, el departamento y el Instituto Colombianos de Bienestar Familiar. No en vano ha dicho la directora Cristina Plazas, que en La Guajira una mafia se había apoderado del ICBF y por eso han muerto tantos niños. También las EPS en connivencia con hospitales, han arruinado la salud. A La Guajira no la está matando la sequía, la tiene moribunda la corrupción  que se ha chupado toda la riqueza sosteniendo a unos clanes políticos insaciables.Lamento wayúuUna realización de Publicaciones SemanaTextos de Tadeo MartínezFotografías de León Darío Peláez S.Imágenes de 1 HD drone  de Enrique Afanador PrietoMontaje: Camilo Montoya y Diego LlorenteAgradecimientos:Tania Galván Arpushana, líder wayúu de Wimpirarein, municipio de Manaure.A la Asociación de jefes claniles de la Alta Guajira wayúu AraurayuuA los corregimientos de Puerto Estrella, Nazaret, Guarerpa, Tawaira, Punta Espada, Siapana, Puerto López y Castilletes.A los pobladores wayúu de Mayapo, San Tropel, El Pajaro y al municipio de Manaure.A la Policia y la Armada NacionalY a todos los wayúu heroicos y hospitalarios a pesar de la adversidad.