El presidente Evo Morales, en presencia de sus pares de Venezuela, Ecuador y Paraguay, habló de distanciarse de la influencia militar de Estados Unidos el jueves en La Paz durante la conmemoración del bicentenario de la gesta independentista de Bolivia.Morales invitó a sus pares a participar de la conmemoración por los 200 años de una revuelta que dio lugar a 15 años de luchas militares que concluyeron en 1825 con la creación de Bolivia como estado independiente. Morales, en su discurso hizo alusión al Comando Sur de los Estados Unidos. "No es posible que en este milenio hayan grupos militares que dependan del Comando Sur de Estados Unidos. Esta dependencia de las fuerzas armadas de América Latina tiene que terminar, hemos estado hablando con los compañeros presidentes", añadió, en una referencia al desayuno que compartió con los mandatarios visitantes en la casa de Gobierno, entre ellos Rafael Correa, Hugo Chávez y Fernando Lugo.En su discurso, Morales insinuó nuevamente una supuesta participación del Comando Sur de Estados Unidos en el derrocamiento del presidente hondureño Manuel Zelaya.“Político que acepte una base militar norteamericana en cualquier país es un traidor a su patria", dijo Morales en otro aparte. Precisamente, Colombia enfrenta un gran debate público por el anuncio reciente del gobierno de que está a punto de culminar una negociación con Estados Unidos para profundizar la cooperación militar y autorizar la utilización de al menos tres bases militares (Apiay, Malambo y Palanquero) por personal militar estadounidense. En contraste a las declaraciones de Morales, el presidente Alvaro Uribe aseguró el jueves que "es de la mayor conveniencia para Colombia recibir la cooperación antidrogas de Estados Unidos". El gobierno de Colombia ha negado que lo que esté en negociación sea la posibilidad de trasladar a Colombia la operación de la base de estadounidense de Manta , Ecuador, que dejará de funcionar este viernes por voluntad del presidente Rafael Correa, quien decidió terminar el convenio. Desde la entrega del Canal de Panamá en el año 2000, la base de Manta se había convertido en el principal centro de operaciones estadounidenses en la región. El General Freddy Padilla, ministro encargado de Defensa de Colombia, explicó este jueves, durante un foro público, que las operaciones militares estadounidenses estarán orientadas a la lucha antinarcóticos y no tendrán componentes ofensivos contra otros países. El acuerdo duraría 10 años y mantendría en Colombia los mismos 800 empleados del departamento de Defensa estadounidense y 600 contratistas militares permitido actualmente por las leyes de Estados Unidos.Sin embargo, varios sectores políticos del país han criticado la medida. Algunos consideran que esa eventual decisión de Colombia necesita el visto bueno del Congreso o del Consejo de Estado. Otros críticos de la negociación han dicho que los vecinos de Colombia podrían percibir como una provocación innecesaria el permitir que militares estadounidenses utilicen al menos tres bases colombianas en distintos puntos del país para lanzar misiones antinarcóticos. "Podemos tener (con Estados Unidos) más cooperación pero sin alquilar nuestros aeropuertos para vigilar a los vecinos, no podemos pretender unas buenas relaciones con Sudamérica si tomamos este tipo de decisiones", aseguró en un comunicado el ex ministro de Defensa Rafael Pardo, candidato presidencial a las elecciones de 2010.Con información de AP