Las investigaciones muestran que las fiestas de navidad se encuentran entre los desencadenantes más poderosos de la nostalgia. Los olores, colores y sabores de la temporada navideña tales como velas encendidas, árboles de navidad, pesebres, fuegos artificiales, villancicos, música bailable, olor a buñuelos y natilla, arroz con leche, tamales, hayacas o incluso un sancocho o carne a la parrilla, pueden transportar a los recuerdos de navidades pasadas. Los rituales familiares y sociales de esta época del año facilitan sentimientos nostálgicos y forjan vínculos con el pasado. Percibir un olor, oír una canción, ver un adorno, oír al tío o a la abuela que cuenta las mismas historias de la niñez o la adolescencia en la reunión de navidad cada año, hace sentir como si se transportara en el tiempo. Como lo dice Juan Pablo es “¡comida en familia! ¡buñuelos! Y que al final del año empieza uno a hacer balance: lo que se hizo y lo que no se hizo, amigos que se hicieron y que se perdieron, los que murieron, los que se fueron a vivir a otro lado… la navidad es el tiempo de la memoria y de los planes de futuro”.Lea también: Por qué algunos en navidad se sienten como ‘grinch’ Cómo y por qué se desencadena la nostalgia es clave para comprender su propósito y sus consecuencias. El sentimiento de nostalgia es dado a la vida por símbolos, por un objeto o un sentimiento, o algo que representa un momento pasado. Estos símbolos son un recordatorio del paso del tiempo, y significan algo que no puede ser recapturado, algo familiar y seguro. Estos símbolos representan una transición. La nostalgia es una emoción poderosa que puede ser evocada por eventos que se parecen a experiencias pasadas en la vida de una persona. La música familiar, los olores y otros recuerdos del pasado activan los sentimientos nostálgicos. La nostalgia a menudo es evocada por estímulos sensoriales, conversaciones e incluso por el recuerdo. La nostalgia se relaciona más con un estado emocional que con una memoria específica. Este estado emocional idealizado se enmarca dentro de una época pretérita y se manifiesta como un intento de recrear ese pasado mediante actividades y uso de representaciones simbólicas, desplazando esos sentimientos a situaciones, objetos y estímulos como reunirse para rezar la novena, armar el pesebre o el árbol de navidad, escuchar villancicos o la música bailable de la época, disfrutar los platos navideños, el olor a campo. Le podría interesar: Consejos para superar la tristeza en Navidad La nostalgia en sí misma no está relacionada con la depresión u otro trastorno afectivo. En el pasado, se pensaba que la nostalgia era algo malo. Pero las investigaciones recientes dicen algo distinto. Un estudio de 2015 mostró que la reminiscencia nostálgica es una fuerza estabilizadora que fortalece el sentido de continuidad personal, recordando que se posee una reserva de recuerdos poderosos que están profundamente entrelazados con la identidad de las personas. La nostalgia actúa como un depósito de emociones positivas en la memoria, algo a lo que podemos acceder conscientemente para reforzar sentimientos. Estos sentimientos por el pasado ayudan a enfrentar mejor el futuro. Las respuestas positivas provocadas por la nostalgia pueden ayudar a proteger a las personas de la carga emocional de la decepción de ciertas situaciones e incluso de la ansiedad. Cuando se utiliza como una estrategia de afrontamiento, una persona puede desencadenar deliberadamente sentimientos de nostalgia escuchando música familiar, mirando fotos antiguas o visitando sitios que fueron reconfortantes en el pasado. En contexto: ¿Cómo sobrevivir a navidad si usted odia esta temporada? El viaje mental en el tiempo agrega una dimensión más al presente. Si la atención plena es el punto focal del ahora, la nostalgia forma un continuo especial al pasado intemporal, expandiendo nuestro concepto del yo. El futuro puede ser vago, incipiente e impredecible; pero el pasado representa un todo terminado que no puede ser dañado ni manipulado. Se conocen los beneficios psicológicos de la nostalgia, incluso a través del dolor. Los recuerdos nostálgicos pueden ayudar a alguien que está lejos de casa o a alguien que está de luto por la muerte de un ser querido al recordar que los vínculos que se comparten con las personas que se ama sobreviven a la separación física. La nostalgia fortalece el sentido de conexión social al ayudar a apreciar lo que la persona significa para los demás, así como lo que otros han significado para ella. Estos fenómenos tienen una correlación neurobiológica que la ciencia ha comenzado a explicar. Las experiencias nostálgicas estimulan la actividad metabólica y el flujo sanguíneo en varias regiones del cerebro, particularmente en las áreas frontal, límbica, paralímbica y del cerebro medio. Los centros de recompensa del cerebro, que incluyen el hipocampo, la sustancia negra, el área tegmental ventral y el estriado ventral se activan durante la actividad nostálgica. Esta participación en el centro de recompensa explica los fenómenos tan comunes de sentir emociones agradables al recordar ciertas situaciones del pasado. Lea también: ¿Qué hacer en Navidad si usted está solo?Nuestros recuerdos son las cosas que nos hacen quienes somos. Nos dan un sentido de nosotros mismos y modulan el comportamiento. La ciencia de la nostalgia revela que es una emoción muy compleja que compromete muchas partes del cerebro. Detrás del anhelo por las navidades de la niñez y la adolescencia, existe un sentimiento que puede ayudar a sobrevivir, mantenerse positivo, cálido y evitar sentimientos negativos. Es importante reconocer cuán poderosa es la nostalgia. En resumen, tradicionalmente, la nostalgia se ha conceptualizado como una enfermedad médica y un trastorno psiquiátrico. Ahora se sabe que es una emoción predominantemente positiva y social que cumple funciones clave para la salud mental. Un efecto más positivo que negativo, destaca al yo como protagonista y está incrustada en un contexto social. Finalmente, la nostalgia genera afecto positivo, aumenta la autoestima, fomenta la conexión social y alivia la amenaza existencial. * Grupo de Investigación Nuevas Perspectivas en Salud Mental, UCMC