Miles de norcoreanos asistieron en la capital Piongyang a la ceremonia, al mejor estilo estalinista, de entronización de Kim Jong-Un como nuevo líder del país comunista. El flamante dictador, de apenas 28 años, es la tercera generación de la dinastía Kim, que domina Corea del Norte desde 1948. Heredó el poder después de la muerte de su padre Kim Jong-Il el 17 de diciembre pasado.