Los dos mandatarios se reunieron el 10 de agosto en la ciudad de Santa Marta y acordaron restablecer las relaciones diplomáticas y avanzar para la normalización del comercio entre los dos países. "Quiero anunciarles que, para seguir avanzando (en el mejoramiento de las relaciones), el próximo mes de octubre atenderé gustoso la invitación que me extendió el presidente Chávez para encontrarnos en suelo venezolano", dijo Santos en un acto de Gobierno. El mandatario aseguró que el encuentro es otro paso en el mejoramiento de las relaciones con Venezuela, que se han venido normalizando con base en "el respeto, la cooperación y la diplomacia". Santos, un economista y administrador de 59 años, destacó el avance y el trabajo de las comisiones bilaterales definidas conjuntamente con Chávez en Santa Marta. "Estamos trabajando en un Acuerdo de Complementación Económica que reemplazará la normatividad de la Comunidad Andina cuando ésta pierda vigencia en abril del año entrante", explicó. El mandatario colombiano aseguró que la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) de Venezuela se comprometió a avanzar en el pago de la deuda a los exportadores colombianos, estimada en unos US$800 millones. "Sabemos que esos ingresos son fundamentales para las Pymes que exportan a Venezuela", afirmó al resaltar la jornada electoral que se cumplió el domingo en el vecino país. "Celebramos que ayer se haya cumplido un importante proceso democrático, con paz y entusiasmo, en la República Bolivariana de Venezuela", señaló Santos. Chávez rompió relaciones diplomáticas con Bogotá en julio después de que el Gobierno del entonces presidente Alvaro Uribe denunció que importantes comandantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se refugiaban en Venezuela con la complacencia de Caracas. En julio del 2009 el mandatario izquierdista, el más fuerte crítico de Estados Unidos en la región, había ordenado suspender las importaciones desde Colombia en represalia por la firma de un acuerdo militar de Bogotá con Estados Unidos. El convenio, que dejó sin vigencia un tribunal en agosto, autorizaba a militares estadounidenses a utilizar siete bases de Colombia para realizar operaciones contra el narcotráfico y la guerrilla, que Chávez consideraba como una amenaza para la soberanía de su país por el riesgo de una invasión. Reuters