El libro, publicado por la Editorial de la Universidad de Lenguas Extranjeras de Pekín (también destacada por su enseñanza de castellano a estudiantes chinos), contó con la cooperación de la Universidad de Granada y el profesor Juan José Ciruela, y en esta segunda edición ha participado en su renovación el profesor de español en Pekín Modesto Corderi. Corderi señaló en la presentación que el libro es uno de los principales métodos utilizados por los Institutos Confucio en todo el mundo, y en clave de humor mostró a los presentes algunas de las principales dificultades del aprendizaje del mandarín, como su carácter tonal o la similitud de muchos de sus sonidos consonánticos. El Instituto Confucio, un equivalente salvando las distancias al Instituto Cervantes del idioma español, tiene ya en el mundo hispanohablante sedes en España (Madrid, Barcelona, Granada, Valencia y León), Colombia (Bogotá y Medellín), México, Costa Rica, Perú y Argentina. EFE