Si el país logra subir 10 puntos en el índice de digitalización, que evalúa el nivel de adopción y uso de las tecnologías en una economía, su Producto Interno Bruto (PIB) crecería 0,14% adicional, según dijo a Dinero el Ph.D. y presidente de Telecom Advisory Services LLC, Raúl Katz.“Es un impacto significativo, y bueno, se ve, por ello es que todas las naciones a nivel mundial está encarando este proceso de digitalización acelerada llámese 4.0 o Cuarta Revolución Industrial, todo el mundo está metido en esto”, aseguró el también director de Investigación de Estrategia Empresaria del Columbia Institute for Tele- Information.Para los próximos dos años el experto pronostica que el país va a tener un aumento de la productividad laboral. Y aunque dice que el proceso es lento, será inminente ya que las cifras macroeconómicas tienen una “inercia muy grande”. “Si usted mira que de 2005 a 2012 la productividad aumentó un 0,15% quizá podríamos ver una tasa de aceleración del doble en los próximos años (…) una vez que se asimila la tecnología, lleva dos o tres hasta que se vea el impacto en la productividad. Se ha visto en Estados Unidos y Corea del Sur. No es un cambio automático”, afirma Raúl Katz.El investigador argentino manifestó que Colombia está en la vía correcta para alcanzar la digitalización tan requerida para poder competir cara a cara con las potencias industrializadas.“Ya en el 2015 Colombia desde el punto de vista de su índice de digitalización estaba en un nivel de país avanzado, es decir, superior al 50%”, destacó el experto.En este sentido manifiesta Colombia está uniendo dos grandes “islas” como lo son la región central (junto con Antioquia) y el resto del país para convertirse en una nación homogénea en la adopción de tecnología madura.  Sin embargo, reiteró que la adopción de las tecnologías maduras y avanzadas sigue siendo liderada por las grandes compañías.Raúl Katz, quien colaboró en la primera investigación del Observatorio de Economía Digital de Colombia, dijo que esto es preocupante en la medida en la que el 98% del tejido empresarial colombiano son pymes.“Que una empresa grande adopte tecnología y la incorpore no necesariamente mueve la aguja. El tema es cómo hacemos para que se produzca el efecto de derrame”, argumentó.Muestra de esta disparidad es que mientras el 67,2% de las grandes empresas ha implementado soluciones de ciberseguridad, en el caso de las pymes ese indicador es de apenas 37,1% y en las microempresas 25,4%.Y en el caso puntual de la computación en la nube, el informe del Observatorio Digital mostró que ha sido implementada por el 48,8% de las empresas grandes y solo el 22,9% de las pymes y 13,6 de las microempresas.Para equilibrar esta balanza Raúl Katz propone un concepto que ha definido como “la refundación”. Básicamente consiste en tomar una empresa tradicional que creció en un mundo analógico y repensar su estructura en términos de cómo adoptar todas estas nuevas herramientas.El autor de investigaciones como el ‘Ecosistema Digital en América Latina’ de 2015, propuso que la grandes empresas pueden comenzar a imponer a las mipymes la adopción de tecnología.“Entonces la gran empresa le dice a la pyme: usted no me puede vender insumos si no se automatiza, si no hace su transformación digital”, explicó Katz y añadió que este tipo de acciones obligan a los pequeños empresarios a cambiar de chip. “Le impone a la pyme la necesidad de transformarse para seguir siendo competitiva. El estado también lo puede hacer, porque es uno de los principales compradores de insumos”, añadió.De acuerdo al experto, el mejor ejemplo está en Corea del Sur, en donde las grandes empresas y conglomerados conocidos como ‘Chaebol’ impusieron a las pymes ciertas obligaciones en torno a la transformación digital para suministrarles materias primas.Afirma además que las economías avanzadas y las empresas pioneras en tecnología han llegado a ser lo que son en la actualidad gracias a la acumulación de capital intangible. En otras palabras, la generación de conocimiento y apropiación de herramientas de automatización para volver sus procesos cada vez más eficientes.“Hay que sentarse y decir bueno: si esto es lo que yo estoy produciendo en el mercado, cómo puedo redefinir los parámetros de producción y cómo incorporo todas estas herramientas. Eso es lo que denominados acumulación de capital intangible”, concluyó.